Andrez Felipe Guerrero Torres.
La ventaja comparativa
consiste en capitalizar las fuerzas y no permitir que afloren las debilidades,
dentro del contexto contemporáneo se encuentra muy evidenciada la consistencia
y veracidad de este fundamento microeconómico propuesto por David Ricardo en
1817, para el esta concepción se exponía en el intercambio de bienes entre dos
países para su caso Inglaterra y Portugal, sin embargo la ventaja comparativa
no contiene sus límites en solo los bienes producidos y su intercambio, para
ello es necesario extrapolar esta teoría y comprobar que abarca muchos
criterios y contextos en la sociedad.
La teoría de la ventaja
comparativa va un paso más. Si suponemos que el abogado no sólo es mejor
abogado pero también es mejor jardinero que el que ejerce como jardinero, sin
embargo contrata al jardinero para cuidar a su jardín. La razón por contratar a
un jardinero menos bueno es que la ventaja comparativa del abogado es el de ser
abogado[1].
Como abogado le beneficia
más contratar el jardinero durante una hora laboral suya que hacer el trabajo
de jardinero y, aunque el jardinero no sea tan bueno en el jardín, es más
rentable para el abogado su contratación que hacer de jardinero el mismo. Es
decir, incluso cuando el abogado es mejor que el jardinero en los dos, en el
derecho y en el jardín, le conviene al abogado contratar al jardinero y
concentrarse en su trabajo como abogado donde su ventaja comparativa le renta
mucho más. Por otra parte, aunque el jardinero no es tan bueno como el abogado
en el jardín, sigue teniendo trabajo porque el abogado se concentra en su
trabajo como abogado, la ventaja comparativa en acción en nuestra vida diaria.
Lo anterior demuestra
que la ventaja comparativa también hace parte de las habilidades que tiene cada
persona en sí, no para la producción de una mercancía sino para la producción
intelectual, en el siglo XXI quizás sea considerable proponer que la ventaja
comparativa se contempla de mejor manera en la variedad de disciplinas que
pueden tener los individuos, esencialmente demuestra que la profesión hace
parte de la ventaja comparativa de cada persona y que dentro de un mismo gremio
de profesionales la ventaja comparativa podría suponer el nivel académico que
tenga el profesional.
Ricardo señala en su
teoría de la ventaja comparativa que; dice: “la nación menos eficiente debe
especializarse y exportar el producto en el que es relativamente menos
ineficiente (donde su ventaja absoluta sea menor) y la nación más eficiente
debe especializarse y exportar el producto en el que es relativamente más
eficiente[2].
Entonces si se cambia el término nación por persona y producto por habilidad,
se puede contemplar claramente la idea que se quiere reflejar en este pequeño
texto.
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