Daniel Felipe Lozano Díaz
Hoy en día, como bien se sabe, la mayoría
de los países del mundo necesitan de unas buenas relaciones de comercio
internacional, ya que dependiendo de estas, la economía interna de ese país
podrá estar encaminada hacia un crecimiento o por el contrario, hacia una
depresión económica, hacia un desarrollo o hacia un colapso.
Para contextualizar, tomaré como
ejemplo nuestra república Colombiana. Nuestro país a lo largo de la historia y
principalmente a lo largo de todo el siglo XX sólo se ha encaminado a exportar
mercancías de primera mano, es decir, materias primas. Esto se debe a que desde
la época de la colonización (1492 – 1810) a lo que se han dedicado es a
explotar los recursos de la naturaleza indiscriminadamente y aun no se ha
querido ver la necesidad tan enorme que hay de darle a esos productos un mayor
valor agregado, dicho de otro modo, todo lo producido por Colombia, o al menos
la mayor parte de la producción, es de materias primas y por ende, por falta de
avance científico tecnológico, las mercancías resultantes carecen de valor agregado
y se venden a precios que quizá podrían llegar a ser más competitivos en el
mercado si hubiera una fuerte industria en el país. Esta situación de
subvaloración de Colombia frente a los demás países ha hecho que nuestro país
no haya podido emerger como probablemente llegaría a hacerlo si tuviera todo lo
necesario para mejorar en cuanto al ámbito científico, tecnológico e industrial
nos referimos. Ahora bien, tomando como punto de partida el artículo ya citado,
es increíble que Colombia en pleno siglo XXI siga en ese ambiente de
inferioridad teniendo en cuenta que la capacidad productiva que hay es muy alta
y no es aprovechada y; que si se llegase a utilizar todo ese potencial junto,
quizá pasaríamos a ser algo más que un «país del tercer mundo».
Las relaciones comerciales que
tiene Colombia con México son, de algún modo, paradójicas y algo graciosas, ya
que, como se puede evidenciar en el artículo, Colombia exporta a México un alto
volumen de lo denominado como «cuero crudo» he importa un volumen también alto
de Calzado, en otras palabras lo que se intenta decir es que, aunque las
relaciones de comercio internacional son favorables para los dos países, puesto
que los dos están exportando una mayor cantidad de lo que importan, Colombia
podría tener una «ventaja absoluta» en la producción o fabricación de calzado
sí llegase a consolidar una fuerte industria, puesto que la base de la
producción ya la tendría, que son las materias primas, sólo le haría falta
encargarse de su transformación. ¿Acaso no es paradójico y gracioso saber que
se tiene todo lo necesario para «ser el mejor» y no se logra serlo? Quizá implícitamente estén
de por medio intereses privados y políticos…
Para sintetizar, las relaciones de
comercio exterior que se dan entre estos dos países son positivas, resaltando
que cada uno tiene una relativa ventaja absoluta en la elaboración de su
producto pero, que dependiendo de las medidas que se lleguen a tomar al
interior de cada nación, una se podría poner por encima de la otra y así, surgirán
nuevos objetivos, nuevos mercados por conquistar que sería equivalente a decir
que habrá un mayor crecimiento y posteriormente un mayor desarrollo.
Fuentes de la información: http://www.larepublica.co/colombia-es-el-pa%C3%ADs-de-la-alianza-que-m%C3%A1s-importa-calzado-desde-m%C3%A9xico_152506
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