Eliana Meléndez
Castro
Partimos del ser humano como ser social, por ende está sumergido en la actividad económica
como organización social, en
búsqueda de un beneficio o motivación individual o colectiva.
Desde la comunidad
primitiva se empieza a generar un
aumento de productividad en el cual se
da la primera división
del trabajo entre hombres
y mujeres que se considera
el primer paso a la
especialización. En donde las
mujeres recolectan y
los hombres cazan, tiempo después surge
la segunda división del trabajo
la agricultura y
ganadería generando asi
excedentes. (Smith nos dice
“los mayores adelantamientos en las facultades
o principios productivos
del trabajo seda
gracias a la
división del trabajo
mismo” ) dando lugar a trueques o
intercambios llevando al hombre
a ejercer un proceso económico en
donde solo importa “dame
tu lo que me hace falta y yo te daré lo que
te hace falta
a ti” pero no desde el
punto de bondad de
la humanidad si no
de el amor
propio del ser humano,
para satisfacer su
necesidades ya que no hablamos
de nuestras necesidades
si no de las ventajas
para poder hacer
el intercambio, podemos halar de
un individualismo.
La especialización se da
gracias a la
división del trabajo
logrando destrezas y
talentos, causando un aumento
en la productividad porque
gracias a la
especialización se disminuye el
tiempo empleado para realizar
un producto ya que se
ha generado destreza
para hacerlo, esto es motivado
por la capacidad
que tiene el ser
humano para cambiar,
permutar, o negociar en el
mercado productos para satisfacer
sus necesidades, mercado que
define el límite
de la producción.
Después de
establecida la división del
trabajo y su especialización, se establece los metales
para utilizarlos como moneda
para hacer más fácil
los intercambios de las mercancías, en donde
la palabra valor
toma importancia, según
Smith, en la teoría
del valor los bienes o mercancías poseen valor de uso
y valor de cambio. En donde el valor de uso es
la utilidad del
bien y el
valor de cambio es la cantidad
de bienes con los que se puede intercambiar. Dando paso a
la teoría del valor-trabajo,
los bienes tienen
valor por que poseen trabajo
incorporado, y el trabajo para Smith
permite medir el valor de los bienes o mercados. Por lo cual podemos
decir que el hombre es un ser económico y por ende tiende un impulso natural de lucro.
En una primera instancia, desde mi punto de vista, podría decir que, estoy de acuerdo con tú idea pero, no del todo. Comparto tu argumento de que el hombre sea un ser económico y que está impulsado por el lucro pero, sencillamente, no siempre es así. El ejemplo que traigo a citar, fue el de un hecho catastrófico, el del terremoto que devastó a Haití, hace cuatro años. Debido a causas naturales, este sismo acabó con un gran número de personas y destruyó gran parte de la infraestructura del país, lo cual llevó a que, se solidarizara, en pocas palabras, todo el mundo y poco después, comenzaran a llegar ayudas en dinero, alimentos, auxiliadores, médicos, bomberos y demás, es decir, DONACIONES, para demostrar y evidenciar, que el ser humano no solo se mueve por el animo del lucro, sino también por los valores y la moral que a cada uno lo motivan. No yendo muy lejos, podemos citar también el ejemplo de la fundación no gubernamental de la artista Colombiana, Shakira, ya que ésta organización no pretende llenarse de dinero, sino mas bien, pretende mejorar las condiciones de vida de cierta parte de la población que se encuentra desprotegida, como lo son los niños de Barranquilla, que por motivos económicos, no pueden acceder a una educación ni a una buen alimentación. Ejemplos claros y concisos son lo que he puesto para afirmar y refutar tu idea de que todo mundo se motiva por el animo de lucro, puesto que como ya se evidenció, hay cosas que aparte del lucro, mueven a las personas.
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