Jennifer Uni Chilito
Adam
Smith nos plantea que un bien, tiene un
doble carácter: ya que posee, valor de uso y valor de cambio, y que existe un precio real y uno de mercado, en este último tiene mucha
incidencia el precio real. Como seres humanos, somos consumidores por
naturaleza, lo que implica que somos actores económicos en el mercado, ya sea como
oferentes o demandantes, Adam Smith me ha hecho reflexionar ante la importancia
del precio real, el cual es difícil
de medir
ya que en este se tiene en cuenta el trabajo de un ser humano, su fuerza como también su ingenio, y es
este trabajo es lo que da valor a un
bien, el cual a la hora de hacer transacciones de por si no le tenemos
en cuenta.
Según Smith
el trabajo es la medida real del valor
en cambio (cambio con: mercancías, dinero, o trabajo), y además el trabajo NUNCA varia de valor, según su
pensamiento:
“Ahora bien el oro y la plata varían de valor: unas
veces cuestan más trabajo, otras menos, y en cambio igual trabajo siempre
significa igual sacrificio para el trabajador”
Claro está
que en la actualidad podemos ver que el trabajo si varia de valor
ya que existen cambios técnicos y tecnológicos, y por causa de esto las mercancías no siempre
valdrán lo mismo, a mi parecer la actualidad
del mercado es algo atroz, pues el hecho
de que el trabajo si varié de valor tiene una gran influencia en este:
pues los productores que sobrevivirán
serán quienes sean competentes y ser competente implica que puedan implementar tecnología,
pues ya se sabe que la implementación de tecnología reduce generalmente los
costos de producción, e implica generalmente menos fuerza de trabajo humano, y por finalidad: precios más bajos: más bajos porque
se necesita menos cantidad de trabajo humano. Ahora tomemos como ejemplo dos
tipos de productores: el primer productor es el que no pudo implementar tecnología en el
desarrollo de su producto, este tendrá
que seguir invirtiendo su misma fuerza de trabajo (mismo tiempo, cansancio,
fatiga), y seguir vendiendo su producto al mismo precio para competir. El
otro productor, que sí pudo acceder a implementar
la tecnología, necesitara menos trabajo humano (menos cansancio, tiempo,
fatiga) o sea ,disminuirá el TRABAJO, que es lo que le da valor a una mercancía,
y a la vez podrá disminuir el precio.
Según la teoría del valor el bien del productor que no implemento
tecnología, deberá valer más respecto al
del segundo productor, porque el trabajo incorporado es más y podría exigir más
cantidad de trabajo, y su ganancia seria mayor por causa de la cantidad de
trabajo incorporado y el que exigiría. Pero
la realidad del mercado es muy diferente ya que este primer productor no
ganara lo que vale su bien a pesar de que su trabajo es mayor y hace a
su mercancía más valiosa, pues no podrá exigir la justa cantidad de trabajo ,
pues si lo hace : implicaría subir el precio o mantenerlo, a costa de que el segundo productor si pudo implantar
tecnología y aun a pesar de que su bien
no tiene tanto trabajo humano incorporado ,y por consiguiente vale menos, este ganara más ya que si baja los precios , (lo cual puede hacer
porque la tecnología en su producción disminuyo los costos como también hizo variar el valor del trabajo
), lo que sucederá es que la racionalidad del consumidor preferirá su bien , y
además seguirá siendo competente en el mercado, o si no baja el precio de
mercado( si no es tan necesario hacerlo)
de igual manera ganara ya que el hecho de haber implementado un avance
de capital en tecnología, le da el beneficio de que al bajar los costos de
producción su ganancia sea mayor, pues el valor numérico de la baja de esos
costos se convertirá en más ganancia. Con este ejemplo queda claro como el
Trabajo si varia de valor y está en los
productores hacerle variar, lo cual es favorable por las razones que ya
explique, pero el que por diversas circunstancias no pudo implementar la
tecnología no será competente y su
actuación en el mercado quedara en “veremos”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario