Código:
104415010637
Adam
Smith
Smith
tiene una concepción atomística del sistema económico, es decir, que la
agregación de los individuos viene a conformar el todo social. Señala que la
mejor forma de conseguir que se incremente la riqueza de una nación es a través
de la no intervención del estado en la economía, para con ello no interferir en
el orden natural, que viene a ser el motor del incremento de la riqueza. Su
teoría central es la de la libertad económica que solo se logra por medio de
las fuerzas del mercado. Con base en esta libertad, el trabajo encuentra su
mejor utilización al formarse su retribución (salario) ósea en un mercado
libre. Para Adam Smith, igual que todas las mercancías, el trabajo tenía un precio
de mercado, que dependía de la oferta y la demanda, así como un precio natural,
que era el equivalente a su costo de producción, que estaba dado por el valor
de las subsistencias, y que se lograba solamente cuando la economía llegaba al
estado estacionario. Por lo que, mientras existiera crecimiento, los salarios
se ubicarían por arriba de dicho nivel. Al detenerse el proceso de acumulación
de capital, la demanda de trabajo también dejaría de crecer, por lo que los
salarios disminuirían hasta el nivel de subsistencia y la población dejaría de
aumentar.
Smith
señalaba que los salarios se fijan por convenio entre las partes contratantes,
cuyos intereses son contrarios es decir que Los salarios del trabajo, en todas las ocasiones, se acomodan al
convenio que por común se hace entre estas dos partes, cuyos intereses de
ningún modo pueden considerarse los mismos. El operario desea sacar lo mas y el
empresario dar lo menos que pueda. Los primeros están siempre dispuestos a
concertar medios de levantar y los segundos de bajar, los salarios del
trabajo". Asimismo, indica que en esta confrontación quien lleva
siempre ventaja es la parte patronal debido a que siendo estos menos en número
y que legalmente podían asociarse (a los trabajadores les estaba prohibido),
llegan con mayor facilidad a ponerse de acuerdo. De igual modo los empleadores
tienen mayor poder de resistencia en cuanto a tiempo, ya que los obreros deben
de trabajar para no morirse de hambre y finalmente para que los patrones se
puedan poner de acuerdo, ya sea para no elevar salarios o para disminuirlos por
debajo de su tasa natural.
Con esta
ventaja de los patrones, podría pensarse que su tendencia sería la de ir al
extremo, es decir, no pagarles a los obreros. Sin embargo, señala Smith existe
un nivel mínimo de subsistencia, por debajo del cual el obrero moriría de
hambre; además el trabajador debe de sostener a su familia para que los obreros
no se extingan. También cita que cuando existen incrementos constantes en la
demanda de mano de obra, el salario se eleva por encima del de subsistencia. Adam
Smith afirma que una baja en el salario
se da cuando la población aumenta y la economía permanece constante, lo que
provoca que la población disminuya al morir parte de ella por hambre; en
contraposición, los salarios elevados harán que la población aumente. Este
razonamiento vendría posteriormente a ser la base de la teoría malthusiana, que
señala que la población crece en progresión geométrica, mientras que los
alimentos aumentan en proporción aritmética. En síntesis, de acuerdo a la
visión clásica de Smith, se puede afirmar que la demanda de mano de obra va a
depender básicamente de la acumulación de capital.
David
Ricardo
Dentro de
la teoría de la distribución, analiza los salarios, que de alguna forma vienen
a ser la parte fundamental de lo que acontece en el mercado de trabajo, señala
que “la mano de obra, al igual que las demás cosas que se compran y se venden,
y que pueden aumentar o disminuir en cantidad, tiene su precio natural y
precio de mercado.
El precio
natural, o salario natural lo define cuando señala que “El precio natural de la
mano de obra es el precio necesario que permite a los trabajadores, uno con
otro subsistir y perpetuar su raza, sin incremento, ni disminución", a
este concepto de le ha dado el nombre de la Ley de Bronce de los salarios. El
salario natural de Ricardo, viene a ser el equivalente del salario de
subsistencia de Smith. Este concepto ricardiano significa que "ceteris
paribus", si el obrero tiene más hijos, estos morirán de hambre, ya que el
salario natural no alcanzará para su sostenimiento. Sin embargo, Ricardo señala
que este salario no es fijo o constante, ya que cambiará según la época, el
país y su grado de desarrollo.
David
Ricardo define precio de mercado o salario de mercado como:“El precio de mercado de la mano de obra es
el precio que realmente se paga por ella, debido al juego natural de la
proporción que existe entre la oferta y la demanda; la mano de obra es costosa
cuando escasea y barata cuando abunda". Según David Ricardo, el
salario de mercado gira en torno del salario natural y tiende a él. En cuanto a
la relación entre salario y capital, señala que cuando este aumenta, ya sea en
cantidad o valor, la tasa de mercado de los salarios se incrementa, y propicia que
el aumento de la demanda de mano de obra sea proporcional al incremento del
capital.
Ricardo
en su modelo de crecimiento toma a los salarios como una constante (nivel de
subsistencia) de largo plazo. Dice que el precio natural de la mano de obra era
el que hacía posible que la raza humana, estuviese sin aumentos, ni
disminuciones, y que no se debía de considerar constante, ya que era el
resultado de los hábitos y costumbres de los individuos. También observaba que
el nivel de los salarios aumentaría o disminuiría debido a las fuerzas de la
oferta y demanda de mano de obra y al precio de los bienes en que el obrero
gaste su salario.
Tanto en
la teria de Ricardo como en la de Smith El poder de negociación del capital,
como factor líder de la producción, se encuentra limitado en estas teorías por
la libre competencia en los mercados de productos y el papel monopólico del
rentista que posee el único factor cuya oferta es rígida.
Las
causas de esta imperfección en el mercado de trabajo, se atribuyen en parte, al
crecimiento en proporción geométrica de la población y por otra, al crecimiento
en proporción aritmética de los medios de subsistencia que refleja los
rendimientos decrecientes en la agricultura, teoría malthusiana de la población.
Tanto Smith como Ricardo suponen mercados de productos perfectamente
competitivos. Así, se explica la teoría del valor del primero, como el precio
"natural", al cual oferta y demanda se igualan y también la teoría
del valor-trabajo del segundo, cuando una oferta excedente de mano de obra
permite un salario de subsistencia.El capital, entendido como un fondo de
salarios implica su homogeneidad a la vez que coeficientes técnicos rígidos. En
conjunto, estas condiciones explican la distribución del ingreso en términos de
una renta diferencial, un salario de subsistencia y una utilidad al capital
como residuo, que en el proceso de competencia en el mercado de productos lleva
a una tasa de ganancias unificada.Dentro de este esquema, el empleo aumenta en
la medida en que los medios de subsistencia se abaraten en términos relativos y
la tasa de ganancia se eleve en forma correspondiente, o bien a consecuencia de
una expansión territorial.
Ricardo, D. (1973). Principios de economía política y
tributación. México: Fondo de Cultura Económica.
Dobb, M. (1980). Teoría del valor y de la distribución desde
Adam Smith. México: Siglo XXI.
La controversia teórica en economía durante los dos últimos siglos, podría fácilmente centrarse en las distintas condiciones que suponen, en los mercados de trabajo, las diferentes corrientes de pensamiento económico. Las discrepancias respecto al grado de competitividad que asumen en los mercados de productos y factores y su relación con las causas de la imperfección en la competencia, sintetizan la esencia del debate teórico.Tanto Smith como David Ricardo suponen mercados de productos perfectamente competitivos. Así, se explica la teoría del valor del primero, como el precio "natural", al cual oferta y demanda se igualan y también la teoría del valor-trabajo del segundo, cuando una oferta excedente de mano de obra permite un salario de subsistencia.
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