Ximena Longo
El
análisis se propone responder al interrogante, en qué sentido se benefician y
se ven afectados los países con el comercio internacional; para lo cual acudiré al planteamiento y el criterio del
autor A. Smith que lo ha elaborado en un desarrollo que no ha estado ausente
del debate, porque donde se encuentre involucrado el conocimiento y la
pretensión del hombre para crear teorías habrá discusión.
Por lo tanto, denotare la mirada y postura,
tan clásica y controversial, de Smith, al expresar que ““Siempre será máxima
constante de cualquier prudente padre de familia no hacer en casa lo que cuesta
más caro que comprarlo. El sastre, por esta razón, no hace zapatos para sí y
para su familia, sino que los compra del zapatero; éste no cose sus vestidos,
sino que los encomienda al sastre; el labrador no hace en su casa ni lo uno ni
lo otro, pero da trabajo a esos artesanos. Interesa a todos emplear su
industria siguiendo el camino que les proporciona más ventajas, comprando con
una parte del producto de la propia, o con su precio, que es lo mismo, lo que
la industria de otro produce y ellos necesitan” (Smith 1776: 402-403). De este modo, y en un primer momento,
para el autor los países exportan aquellos bienes en cuya producción requieren
menos trabajo que otro u otros países, e importan aquellos bienes en cuya
producción requieren más trabajo que otra u otras naciones. Así pues, de lo
anterior se desprende el modelo de la ventaja absoluta del comercio internacional
expuesto en 1776 en la Riqueza de las Naciones: “Interesa a todos emplear su
industria siguiendo el camino que les proporciona más ventajas” (Smith 1776:
403).
Ahora bien, analizando nuestra constante
realidad económica, tomare como ejemplo: el tan polémico tratado de libre
comercio entre Colombia y estados unidos, que sin importar las voces de quienes
se oponían fue firmado el 12 de octubre de 2011. Lo que solio causar gran
controversia, ya que desde la mirada de quienes lo apoyaban, era lo que traería
grandes beneficios económicos al país, porque era la oportunidad para el
desarrollo y si no se llevaba a cabo este tratado el futuro del país
peligraría, además se perdería el mercado norteamericano y seguiríamos condenados al “subdesarrollo”; de
modo contrario estaba la mirada de quienes se oponían puesto que la firma de este tratado sería desastroso y significaría
la ruina de muchos sectores productivos y la destrucción de millones de
empleos, especialmente el campo o sistema agropecuario y las PYMES (pequeñas y
medianas empresas).
En suma, lo que plantea Smith es valioso a la
hora de responder, en qué sentido se benefician y se afectan los países “abriéndose
plenamente al libre comercio internacional”, puesto que contrastándolo con la
realidad económica me permite exponer posturas diferentes ,ya que por un lado, ciertamente
resulta rentable, por que se generan economías de gran escala en los sectores
de actividad económica en los cuales se cuentan con ventajas absolutas, porque
si se da el comercio exterior en igualdad
de condiciones entre dichas naciones
se lograra la factibilidad y beneficio para los países participantes,
buscando el “gana, gana”. Pero si no
es así, ciertamente aplicara que hay ganadores y perdedores.
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