martes, 7 de octubre de 2014

¿En qué sentido se benefician y se ven afectados los países con el comercio internacional?


                                                                                                   
    Ximena Longo

El análisis se propone responder al interrogante, en qué sentido se benefician y se ven afectados los países con el comercio internacional; para lo cual  acudiré al planteamiento y el criterio del autor A. Smith que lo ha elaborado en un desarrollo que no ha estado ausente del debate, porque donde se encuentre involucrado el conocimiento y la pretensión del hombre para crear teorías habrá discusión.

 Por lo tanto, denotare la mirada y postura, tan clásica y controversial, de Smith, al expresar que ““Siempre será máxima constante de cualquier prudente padre de familia no hacer en casa lo que cuesta más caro que comprarlo. El sastre, por esta razón, no hace zapatos para sí y para su familia, sino que los compra del zapatero; éste no cose sus vestidos, sino que los encomienda al sastre; el labrador no hace en su casa ni lo uno ni lo otro, pero da trabajo a esos artesanos. Interesa a todos emplear su industria siguiendo el camino que les proporciona más ventajas, comprando con una parte del producto de la propia, o con su precio, que es lo mismo, lo que la industria de otro produce y ellos necesitan” (Smith 1776: 402-403). De este modo, y en un primer momento, para el autor los países exportan aquellos bienes en cuya producción requieren menos trabajo que otro u otros países, e importan aquellos bienes en cuya producción requieren más trabajo que otra u otras naciones. Así pues, de lo anterior se desprende el modelo de la ventaja absoluta del comercio internacional expuesto en 1776 en la Riqueza de las Naciones: “Interesa a todos emplear su industria siguiendo el camino que les proporciona más ventajas” (Smith 1776: 403).

Ahora bien, analizando nuestra constante realidad económica, tomare como ejemplo: el tan polémico tratado de libre comercio entre Colombia y estados unidos, que sin importar las voces de quienes se oponían fue firmado el 12 de octubre de 2011. Lo que solio causar gran controversia, ya que desde la mirada de quienes lo apoyaban, era lo que traería grandes beneficios económicos al país, porque era la oportunidad para el desarrollo y si no se llevaba a cabo este tratado el futuro del país peligraría, además se perdería el mercado norteamericano y  seguiríamos condenados al “subdesarrollo”; de modo contrario estaba  la mirada  de quienes se oponían puesto que  la firma de este tratado sería desastroso y significaría la ruina de muchos sectores productivos y la destrucción de millones de empleos, especialmente el campo o sistema agropecuario y las PYMES (pequeñas y medianas empresas). 

Es así, como  desde mi perspectiva como economista en formación, frente a lo mencionado anteriormente, puedo plantear que el tema es vasto y complejo. El comercio exterior trae consigo factores buenos y malos, puesto que en el caso de nuestro país implica unos costos y beneficios, claramente  hay sectores favorecidos y afectados en otras palabras hay  ganadores y perdedores, pero esto se debe en gran medida por que Colombia no tiene una política proteccionista para los sectores susceptibles a la libre exportación e importación de bienes. Así pues,  se debe buscar ingresar al comercio exterior en igualdad de condiciones, para ello se debe realizar un cambio social en el sistema judicial y mercantil, en la educación, también en la producción, la calidad en los procesos y la competitividad. Ya que Colombia necesita abrir sus puertas a otros países, para lograr un desarrollo.


 En suma, lo que plantea Smith es valioso a la hora de responder, en qué sentido se benefician y se afectan los países “abriéndose plenamente al libre comercio internacional”, puesto que contrastándolo con la realidad económica me permite exponer posturas diferentes ,ya que por un lado, ciertamente resulta rentable, por que se generan economías de gran escala en los sectores de actividad económica en los cuales se cuentan con ventajas absolutas, porque si se da el comercio exterior en igualdad de condiciones entre dichas naciones  se lograra la factibilidad y beneficio para los países participantes, buscando el “gana, gana”. Pero si no es así, ciertamente aplicara que hay ganadores y perdedores.

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