martes, 18 de agosto de 2015

Hay que aceptar que la economía puede tener una consideración muy relativa en la vida de las personas, fuera del grupo de profesionales, especialistas y estudiantes del tema puede incluso evidenciarse un desinterés generalizado sobre cuestiones económicas. Tal vez esto es porque la mayoría de individuos tienen una idea errada o muy limitada sobre lo que la economía en realidad es. A riesgo de sonar demasiado romántica, pienso que normalmente no se da a las materias económicas la importancia y el tratamiento de calidad que deberían tener en cada etapa de la vida académica. Todos merecemos conocer tanto como podamos acerca de lo que sucede alrededor en nuestra cotidianidad, porque como lo han manifestado  autores de la escuela austríaca de economía y a pesar de las disensiones posibles, la economía no es ninguna otra cosa que la ciencia de la acción humana. Así pues debería advertirse la gran importancia de esta disciplina porque se trata ni más ni menos que del propio actuar humano. Desde el principio de los tiempos las actividades económicas han representado una parte enorme de la vida en sociedad, no importa cuán primitivas éstas sean, y es según las circunstancias sociales específicas de cada época que el pensamiento económico ha desarrollado diferentes líneas de expresión. En el proceso evolutivo de estas ideas, han ido subsistiendo las que más pudieron adaptarse a los intereses dominantes de cada época y las menos afines fueron quedando relegadas, así se dio lugar a la constitución de un cuerpo de ideas y doctrinas que se ha transformado hasta el día de hoy y ha llegado a ser lo que comúnmente llamamos paradigma neoclásico. Es una derivación al interior de la economía iniciada por William Jevons, León Walras, Francis Edgeworth, entre otros economistas y que terminó volviéndose la corriente principal. A este punto es menester desechar ese término “neoclásico” que nos remonta a una serie de ideas originadas hace ya décadas para dar paso y estimular el estudio y la búsqueda de interpretaciones diferentes en el mundo de la economía que contribuyan a la comprensión y transformación de la sociedad. Es decir, que con su políticamente válida condición de presunta rigurosidad y cientificidad deje de eclipsar las múltiples visiones alternativas de economistas que han alzado la voz reclamando el fin de la “economía neoclásica”. Ya lo dice Colander, la terminología neoclásica ha dejado de estar en capacidad de describir y abordar la historia en curso de la economía actual, pues vivimos en un periodo de tiempo radicalmente diferente del que estaba destinada a clasificar. Estamos en un punto de la historia que puede ser de inflexión pues es evidente que muchos de los problemas que nos aquejan hoy, no pueden ya encontrar solución al interior de ese estrecho modelo en que los economistas ortodoxos han enmarcado a la ciencia económica. Ha sido ya demasiado tiempo durante el cual la economía ha buscado parecerse a la física, procurando respetabilidad mediante la incorporación de modelos y matemáticas avanzadas; demasiado tiempo en que ha sido fiel a rígidos conceptos de equilibrio general, de competencia perfecta que casi dejan por fuera al ser humano en toda su complejidad. Es preciso entender, especialmente en el rol de economista del futuro, que los desafíos de la realidad no pueden afrontarse con un escudo de concepciones clásicas y cerrando la mente ante las propuestas provenientes del trabajo duro de profesionales que hoy cuestionan y abogan por un mejoramiento de las condiciones de vida de la población.


3 comentarios:

  1. Hola Anónimo.
    Empiezo no aceptando lo que planteas de entrada
    Es cierto que la Economía tiene un mundo muy complejo de accionar, sus fenómenos y su predicción hace que sea un mundo completamente para muchos pero, el hecho de que haya especialistas,eruditos y estudiantes de la Economía no significa que no haya interés por cuestiones de lo tratado. Cabe aclarar que en los campos hay pautas de estudio especificas y aunque la integridad del profesional debe tener fundamentos multidisciplinares y mas en Economía todas las personas hoy en día hacen economía si tener claros muchos conceptos preliminares ni los orígenes tampoco las consecuencias pero, la sociedad interactua y distribuye los recursos algunos de la menor manera otros a beneficio personal pero si lo hacen. Si comparto que desde pequeño se debería destinar parte de nuestro currículo de formación a incentivarnos al ahorra y depende de la época al ahorro. Para ilustrar lo que planteé doy un ejemplo " Cuando eras pequeño y no habias entrado al cole pensaste por casualidad ¿quien soy? y casi en un cien por ciento habrás dado respuesta similar o igual a las que dieron pensadores clásicos hace miles de años" Esto significa que no porque estudies algo,no significa que no haya interés de las demás personas por lo que tu te enfocas o que no hagan lo que tu haces por el hecho de no estar empapado del temas. Simplemente es cuestiones de enfoque y profundización
    Espero alguna respuesta del autor de este texto con lo que plasme.
    Buena Noche..

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    1. Gracias por tu comentario; me permito pensar que has mal interpretado la idea de lo que he querido plantear. Es innegable que cada miembro de la sociedad, lo pretenda o no, participa en la actividad económica de su región e incluso del mundo; diciendo que la economía como tal puede tener una consideración muy relativa para cada persona, lo que quiero decir es precisamente eso, que es RELATIVA (incompleto o depende de cierta comparación o relación). No puede nadie entrar en la mente de cada persona y averiguar cómo maneja sus ideas, para cada cual es diferente; el punto es que no suele ser un tema que se trate con demasiada rigurosidad a niveles de primaria o secundaria, ni incluso en algunas carreras diferentes a la nuestra; lo digo porque yo misma y gran cantidad de conocidos somos testigos de la educación precaria que hemos recibido respecto a temas como estos aún siendo tan fundamentales en la vida. Para mí, tener conocimientos de economía más profundos de los que posee la media debería representar una necesidad para todos y no un interés aleatorio.

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