El tour había empezado. Mi interés por saber historia
y economía alrededor del mundo me había llevado a uno de los congresos más
grandes y elogiados internacionalmente; esta vez el tema principal de este año
seria los mercantilistas y los
fisiócratas. Allí podría presenciar estatuas como las de Thomas Mun o
Robert Turgo y algunos hologramas donde
con voces artificies pero creíbles haría de una experiencia no solo única sino
más atractiva de emprender. Recorrer aquellos pasillos era como viajar en el
tiempo y de hecho así fue, pues de repente me sentí algo nefelibato, no
recuerdo con exactitud que fue lo que me golpeo pero si recuerdo que fue Adam
Smith quien me dio la mano para levantarme del piso.
Mi entorno había cambiado, de repente vi como todo
objeto a mi alrededor ya no pertenecía a mi época, estaba en realidad en un
tiempo ajeno al mío. Entre luces parpadeantes en mi cuerpo Adam me llevo por
petición mía, a un breve recorrido de la historia más precisamente entre los
siglos XV y XVII para situarme sobre que habían dicho sus antecesores, los
mercantilistas.
Con su libro celebre
“la riqueza de las naciones” debajo de su brazo, entre las axilas me
dijo que el reflejo de los intereses y ambiciones de los mercadees quienes para
la época formaban una nueva clase social en ascenso eran claramente los
mercantilistas y que el máximo apogeo
alcanzado por los mercantilistas abre una interesante ruptura en la cual se
aprecia por primera vez una separación de lo religioso con lo racional y con
ello la aparición de estados-naciones y la desaparición del mundo medieval.
Bajo ese contexto de época que cobija al mercantilista
querido Pedro – me dijo Adam mostrándome algunos barcos los cuales estaban
listos para exportar algo de tabaco,
hierro y algodón - se puede decir que para ellos no era de gran relevancia obtener una reflexión sobre el funcionamiento
económico, por lo contrario, su objetivo era encontrar la política económica
que fuera capaz de permitir al estado ser más rico y más poderoso, con
practicas donde se incentivara el comercio y el establecimiento de poderosos
mercados internos.
Mientas caminábamos por una calle de Francia del siglo
XVI pensé que parece ser que no es
casual que la teoría mercantilista se presentara en un momento histórico en el
cual el comercio manifestaba un interesante resurgimiento. Además, que no
puede pasar inadvertido el hecho de que para el momento en que esta teoría
empezó a tener más fuerza, Europa ya había entrado en contacto con el “Nuevo
Mundo”, de modo tal que las remesas de plata, oro y otras riquezas eran cada
vez más importantes.
Me dijo Adam mientras yo recostado estaba sobre viejos pretiles del imperio británico los
mercantilistas creían que si un país crecía y se hacía más rico, era debido
mayormente a partir del comercio exterior; aquello le daba salida a excedentes
de la producción nacional interna, siempre y cuando existieran ayudas como políticas
proteccionistas, barreras arancelarias y apoyo a la exportación. Caminado con Smith
me dijo también que La teoría mercantilista también introdujo una activa y
directa participación del estado para guiar y controlar todas aquellas
instancias que estuvieran relacionadas con el éxito del mismo. Con esas
palabras fue como del imperio británico viajamos a la Italia del siglo XVII.
Adam me conto al oído que la principal preocupación de
los mercantilistas giro alrededor de la acumulación de metales preciosos, para ellos
su fundamento era el oro. Extraído ya sea de las colonias, vendiendo productos
locales en el extranjero o prohibiendo la compra de producción extrajera.
Después de visitar tres países más, sentí un desdén en
mi cuerpo, un frio en mis piernas, y una hilada de pequeña puntas en mi espalda,
no se qué pasaba, pero no me importo y ignore aquella sensación.
¿Adam con respecto a tu libro, en que te diferencias tú
del pensamiento mercantilista? - Le pregunte un poco soñoliento -.
-Bueno Pedro antes de que te vayas te diré entonces
que la principal diferencia es que para los mercantilistas la riqueza mora en
la acumulación de metales preciosos y pues bueno para mí la riqueza proviene
del trabajo de la nación, y es más productivo cuando mayor división del trabajo
exista.
Esas fueron las últimas palabras de Adam antes que su
libro cayera al piso y yo en un hospital despertara.
Jhon Cristian Ortega.
Fuentes.
Hola Jhon ¿o Pedro?
ResponderBorrarUna entretenida historia, me imagino que en un trance importante.
Hay una confusión de conceptos, pues si bien los mercantilistas estaban convencidos de que la riqueza de una nación era representada por la acumulación de metales precisos para Smith se representaba en "la oferta de cosas necesarias y convenientes, en relación con el número de habitantes" [1] es decir los bienes. El enredo de conceptos esta en que comparas cosas distintas. Es decir que comparas el concepto de la riqueza para los mercantilistas con el concepto de donde proviene la riqueza para Smith.
Buen texto.
[1]http://www.elfinanciero.com.mx/mis-finanzas/economia-para-iniciados-adam-smith-y-la-riqueza-de-las-naciones.html
Jhon, cordial saludo.
ResponderBorrarSi bien logras hacer concordar la teoría mercantilistas con la de Smith, la comparación es algo forzada, ya que creo que para el enfoque que le das al texto, podrías haber analizado desde un punto mas exhaustivo el concepto de valor, ya que debemos decir que si bien los mercantilistas y Smith plantean teorías. Sus muestras no son encaminadas literalmente al valor, ya que quienes producirían tales teorías de manera directa y profunda serian los marxistas y los neoclásicos.
Habría sido interesante que hubieses logrando crear un conjunto en el que no hubieran muestras tan difusas, para así lograr crear un objetivo de lectura.
Gracias por tu texto.
Bueno he leído sus puntos de vista y quizá no he logrado dejar algún aspecto explicito por ello tratare sobre ello, aclarando primero que Smith señala que es “el interés propio el que dirige todos los aspectos del comportamiento y la actividad humana”; esto es, según sus ideas, lo que hace que se impulse la división del trabajo y la acumulación de capital, originando a su vez, un incremento en la productividad. Como se aprecia es algo diferentes a lo que dicta el mercantilismo.
ResponderBorrar¿Cómo define la riqueza de un país? Asegura que ésta se encuentra en la oferta de cosas necesarias y convenientes, en relación con el número de habitantes. Es decir, que son los bienes, y no los metales preciosos -como señalaban los mercantilistas-, los que constituyen la riqueza. De acuerdo y, ¿cómo se genera esa riqueza? Adam plantea que es el trabajo y sólo el trabajo, la que la genera. “El trabajo anual de cada nación es el fondo que en principio provee de todas las cosas necesarias y convenientes para la vida, y que anualmente consume un país. Dicho fondo se compone con el producto inmediato del trabajo, o con lo que mediante dicho producto se compra a otras naciones”.
Quiero también que tengan en cuenta; para aclarar aun más el panorama, que Adam Smith es para Pedro como Virgilio para Dante en la divina comedia por tanto, no forzó o pretendo comparar a Smith con postulados mercantilista, ya que Smith juega el papel de un “guía” por decirlo de alguna manera, que sabe tratar bien los temas debido a que son antecesores a él.