‘’La teoría puede o no
puede ser verdadera, depende del resultado del experimento’’
-Karl Popper
Llevamos desde 1964 jugando con un sinfín de
vidas, de familias, una guerra constante que se ve reflejada más que todo, en
lo rural.
Valdría la pena preguntarnos qué
participación tenemos los colombianos y colombianas en el hecho que hoy, se
podría considerar, el más importante del país, y empezaré y me centraré en
nuestras conductas.
Colombia, es el país con más altos índices de
criminalidad del planeta, esto es un hecho de impacto que nos cuesta aceptar,
lo anteriormente, lo quise plantear en mi texto para que nos demos cuenta que
en estos hechos los asumimos con una
posición un poco cómplice a lo que está pasando, o…cuando hemos oído hablar que
una persona (probablemente de escasos recursos, ‘’pobre’’) ha sido asesinada,
nuestra reacción (generalizando) es ‘’Quien sabe en qué vaina estaría metida’’,
tomando una posición de culpar a la víctima mas no al agresor, por otro lado,
esto sí es una marca que tenemos todos los colombianos, y es el ir por el
mundo, por cuenta propia, cada quien es responsable de su vida y de lo que ocurra dentro de ella, tomando un postura
que podría considerar a la defensiva…‘’allá el’’, hemos crecido en un extremo
del individualismo, en el que sólo nos afecta las cosas de nuestro muy cerrado
círculo social, pero al salir de ese campo, no es asunto de nosotros y no nos
gustaría meternos en ello. Es por ello, que cada vez más la corrupción, la
delincuencia, la guerra, van enriqueciéndose más por nuestra falta de
preocupación…hasta la seriedad de la ley se derrumba.
No hay que dejar a un lado ciertas virtudes
colombianas que tenemos, como la viveza, la capacidad de hacer trampa, el
humor, la laboriosidad para la industria, el éxito y el ‘’rebusque’’ que es
nuestra autentica marca 100% colombiana.
El mal de Colombia, en cuánto a las
controversias de la paz, a lo que se ha tardado en hacerla, es de la
idiosincrasia cultural, no tenemos cultura específica que nos agrupe a todos,
no tenemos un proyecto, sensibilidad, una memoria compartida. No hace falta ser
especialista en la sociedad, como para darse cuenta de la larga lista de males
que son completamente nuestros y que de ellos depende nuestro futuro y nuestra
huella en el pasado.
Finalizo, explicando la frase inicial,
diciendo que la paz, es un proceso que puede o no puede cumplir las
expectativas dadas, eso depende del arduo proceso que se está llevando a cabo,
Colombia requiere mas diálogo, más esperanzas, de convertir a este país
agobiado por conflictos, no depende tanto de la reconciliación, sino en torno a
una respuesta positiva que nos logre
unir con una sola idea, con una gestión eficiente de recursos, unos políticos
sin discursos tramposos, que haya capacidad humana, liderazgo para administrar,
que a pesar de las diversidades y adversidades, tengamos una misma idoneidad y
es alcanzar la paz, porque como dijo Lennon…’’O te cansas luchando por la paz,
o mueres’’
buenas noches, ya que propones el tema de la paz quisiera plasmar mi aporte personal y es que ha pesar de que hemos vivido la guerra por mas de 50 años es el momento de darle una oportunidad a un proceso de cambio a nuestro país. es momento de cambiar la historia del conflicto y comenzar una nueva etapa que implica muchos cambios en los cuales todos nos veremos implicados... buen texto :)
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ResponderBorrarhola¡¡¡
ResponderBorraryo quiero dar mi aporte personal sobre el proceso de paz y quiero decir que estoy totalmente en desacuerdo porque es muy injusto que a las farc se les premie por tanto daño ocasionado al pais por ejemplo que se les otorgue 16 curules por circunscripciones especiales de paz, hecho que generara una profunda desigualdad pues además de no tener que sacar un solo voto para legitimar su elección, va en contra de los partidos legítimamente constituidos y de las comunidades indígenas y afros.
también la guerrilla no devolverá un solo peso para la reparación de las víctimas con los miles de millones de dólares producto del narcotráfico, al contrario , los desmovilizados recibirán beneficios económicos por más de 10 millones de pesos para mantenerse en su proceso de reintegración. no se habla tampoco de los crímenes ocasionados en el exterior ,pues van a ser solo juzgados en Colombia y por su ley; por eso creo que no debemos premiar el engaño y la mentira.
Felipe, la solución sería no negociar y que siga el conflicto armado que como has mencionado ha restado al país y no ha sumado?
Borrar*No es premio que se le da a las FARC, es la oportunidad de avanzar hacia el horizonte que marca la paz.
Nosotros, los que hemos vivido entre las balas que han surgido del conflicto armado en Colombia durante mucho tiempo, sabemos que los diálogos en la habana han marcado un antes y un después en nuestras vidas, aun con algunos errores, pero sé que es lo mejor para Colombia.
ANTES: Salíamos de nuestras casas con el temor de quedar en medio del fuego y no regresar a casa.
AHORA: Salimos de casa con la motivación de recuperar y vivir lo que la guerra nos quitó durante mucho tiempo.
*Ahora, la participación política que asumieran los miembros de las FARC seria mínima y fácilmente aplastada por el resto de representantes del congreso.
Te pregunto, es que nuestros honorables congresistas han realizado una excelente labor, para decir que una participación de exguerrilleros con ideales de izquierda haría que nuestro país empeorara? Recuerda que al congreso han llegado ex militantes de grupos guerrilleros.
*Los beneficios económicos que recibirán no son para toda la vida.
Sabes cuánto vale para nosotros los Colombianos un bombardeo que dura aproximadamente un minuto a un campo guerrillero? Tiene el cómodo valor de 25mil millones de pesos Colombianos, ahora un helicóptero Black Hawk 15millones de dólares. No crees que es mejor invertir un poco de dinero en los subversivos mientras se integran a la vida civil y aseguran sus condiciones de vida positivas, para que no retomen las armas nuevamente, que seguir invirtiendo en esta absurda guerra.
Felipe, con todo respeto te diré que no hay que hacerse el de la vista ciega ni el de memoria corta porque en este país premiar el engaño y la mentira es muy común o ¿que hay de las remesas que les dan a las personas a cambio de un voto? ¿que paso con los falsos positivos en el gobierno de Uribe? (y esta otra vez en el manejo del poder como senador)¿Y que paso con la reparación de victimas de él? o peor aún, ya se te olvido todo lo que el narcotrafico en la década de los noventa fue capaz de hacer, corrompiendo con dinero y matando la gente para poder llegar al poder.
BorrarAsi que, no hay que alarmarse tanto por los nuevos cambios con el proceso de paz pueda que algunas cosas no sean tan pertinentes, pero también comparto que aceptarlo ya es un avance para este país al menos ya caminaremos con más tranquilidad.
Felipe y para que estés informado un poco más de todo lo que ha ocurrido en este país te recomiendo que leas "Entre la legitimidad y la violencia" de Marco Palacios.
Estanislao Zuleta ya lo decía en su ensayo "Elogia a la dificulta" y se puede realizar cierta analogía con tus palabras.
ResponderBorrarla zona de confort y el individualismo característico de esta sociedad.
"esto sí es una marca que tenemos todos los colombianos, y es el ir por el mundo, por cuenta propia, cada quien es responsable de su vida y de lo que ocurra dentro de ella, tomando un postura que podría considerar a la defensiva…‘’allá el’’, hemos crecido en un extremo del individualismo, en el que sólo nos afecta las cosas de nuestro muy cerrado círculo social, pero al salir de ese campo, no es asunto de nosotros y no nos gustaría meternos en ello."
Buenas Noches. Muy interesante el texto, comparto tus ideas, y diré que la paz es un paso para tener un país modernizado con tranquilidad y con gente más honesta. Entre colombianos estimo que abra una convivencia más sana y sin tanta violencia, pero eso siempre y cuando los colombianos estemos comprometidos de que haga parte de nuestra realidad.
ResponderBorrarBuen día, este es mi texto, y sólo quiero decir que el primer paso que hay que dar para el "SÍ" es respetar el "NO" se supone que para decidir, cada persona tuvo que leer al margen los acuerdos, los que se niegan a la paz, tendrán sus opiniones, no todos somos iguales (claro está) Y hay que respetar la decisión que cada persona tome, sea buena o mala.
ResponderBorrarIsa, la idea es crear conciencia en las personas y hacerles entender que el SI, es el paso para construir la paz con justicia social que muchos deseamos.
BorrarEs muy duro respetar un NO de una persona, que en primer lugar no se ha dado a la tarea de informarse de lo que se ha pactado en la habana y que ha vivido la guerra desde su televisor.
No entiendo porque hay personas que se oponen a este proceso, y se niega a entender que esta es la oportunidad que estábamos esperando nosotros quienes hemos vivido en conflicto armado en Colombia durante tanto tiempo y deseamos construir un mejor mañana.
Buen día, este es mi texto, y sólo quiero decir que el primer paso que hay que dar para el "SÍ" es respetar el "NO" se supone que para decidir, cada persona tuvo que leer al margen los acuerdos, los que se niegan a la paz, tendrán sus opiniones, no todos somos iguales (claro está) Y hay que respetar la decisión que cada persona tome, sea buena o mala.
ResponderBorrarHola, la frase con la que se abre el texto es muy aplicable en las ciencias sobre todo en la economía, en el texto se desarrolla el individualismo punto muy importante que es visto etica y economicamente tal como lo menciona mandeville en su famosa fabula donde relacion por ejemplo el orgullo con el lujo: demanda de lujo que permirte desarrollar la industria y el interes propio que fomenta inventos, este pensamiento no ha sido compatible con el resultado empirico en la sociedad segun otros autores.
ResponderBorrarHola buenas noches, de entrada quiero aclarar que estoy totalmente de acuerdo con tu idea planteada.
ResponderBorrarColombia, más claramente, el actual presidente Juan Manuel Santos ha llevado a cabo, pero sobre todo ha decido arriesgarse a las consecuencias que traen consigo un proceso y un acuerdo de paz con Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Para todos es claro que lo que se busca es dar fin a uno de los más largos y dolorosos episodios de violencia en la historia de América Latina.
No es fácil hablar de perdón, pues a mi parecer perdonar es uno de las cosas más difíciles con las que se encuentra un ser humano en su vida, pero me parece aún más complicado y triste que teniendo la oportunidad de cambiar el rumbo de nuestro país, hayan personas que quieran seguir marginando la realidad con sufrimiento, violencia, sangre, y todo lo que trae consigo años de guerra. Pero de igual manera respeto completamente a los que le dicen no a la paz y a sus argumentos. Y es que tampoco es fácil pararse en frente de alguien y decirle: negociemos a nombre de millones de colombianos, y tampoco es que este defendiendo a nuestro presidente, tampoco es Santo de devoción, pero no estoy en contra de lo que se está a punto de lograr.
Evidentemente como todo cambio, esta situación trae consigo sus pros y sus contras, sin embargo no se puede renunciar a la idea que con un sí, la vida social, económica, cultural y hasta religiosa de nuestro país, tendrá de manera significativa y repentina un cambio que sin duda alguna todos los colombianos estamos esperando sea positivo.
El tema de este texto me parece muy interesante ya que abarca a toda la sociedad colombiana, desde los niños hasta las personas de mayor edad, teniendo como principales actores a la juventud, que es la que en un futuro vivirá las consecuencias de un voto registrado en el ‘plebiscito por la paz’, desde mi punto de vista no se trata de cuestionar el por qué sí a la paz o por qué no, no se trata de ver si le van a dar o no cárcel a personas que han cometido crímenes de lesa humanidad, esto va más allá. Es muy fácil dar un punto de vista siendo actores externos al conflicto, siendo personas a las que nunca nos han secuestrado o asesinado un familiar y aun así tomar una postura por tan solo leer las largas páginas de este acuerdo, pero alguien se ha cuestionado que piensa una persona que está en zona de conflicto y ha vivido diariamente la lucha entre la paz de su familia y el temor de amanecer un día sin ella? Yo personalmente creo que lo peor ya ha pasado, que ya hay muchas muertes, asesinatos, amenazas y violaciones en el país, y es difícil aceptarlo, pero nos hemos acostumbrado a la guerra como si fuéramos una parte más de ella, hemos dejado a un lado el positivismo la perseverancia y la esperanza de una Colombia mejor, cuestionamientos cómo ¿pero que aportaría de bueno al congreso una persona que lo único que ha hecho en su vida es daño? Es uno de los tantos interrogantes que muestran un país sin memoria, como si estos grupos fueran los únicos que han causado daño, ¿o será que todos los que han pasado por la política han llevado al país a un territorio de paz y sinceridad? Creo que este es el momento de un cambio y el cambio es desarrollo, es momento de desprenderse del temor y salir de la zona de confort en la que llevamos más de 50 años, la cual nos impide ver más allá de nuestras narices y no tener en un futuro cargo de conciencia por el “qué hubiera pasado si…”. Es momento de pensar en sociedad, no en cada una de las personas que la conforma, es momento de ponerse en el lugar del otro y querer un alma en paz, pero no porque las FARC o cualquiera de los grupos armados la merezca, sino porque cada uno de nosotros lo merecemos. ¿Qué pensaría un niño dentro de 20 al contar su maestra que Colombia tuvo que hacer un plebiscito para votar por el sí o no a la paz? Y en el peor de los casos, ¿Qué pensaría este mismo niño al escuchar que Colombia voto por el no a ésta? “Porque ser libre no es solamente desamarrarse las propias cadenas, sino vivir en una forma que respete y mejore la libertad de los demás” Nelson Mandela.
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