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Definitivamente
es importante afirmar que los partidos políticos actualmente han perdido
representatividad en el pueblo nacional; la política en particular es objeto de
un sentimiento de desconfianza por parte del pueblo. Esto efectivamente ha
llevado a que los estudios sobre partidos y sistemas políticos se definan a
partir de la contribución y el rol que desempeñan en la sociedad.
En una sociedad como en la que nos encontramos, donde las
condiciones socio-económicas están marcadas por desigualdad y pobreza, la
creación de nuevos partidos políticos pero sobre todo el ganar confianza y
credulidad es un trabajo bastante difícil y complicado. Es cierto que la crisis
de representación de los partidos políticos está asociada al pobre desempeño
que éstos han tenido, desde el control del Estado, hasta la incompetencia sobre
la conducción del país.
Mientras tanto, actualmente, la ciudadanía desarrolla el
papel de victimario dentro de la situación, situación que enmarca desorden,
corrupción y anarquía política, lo que lleva claramente a no afirmar la
existencia de una ciudadanía como tal, pues no cabe duda que vivamos en una
república sin ciudadanos. En un país donde el más del 50% son pobres, no se
puede hablar de ciudadanos. La pobreza como limitación de capacidades y
libertades debilita la democracia, más aun los que debieran representar a los
distintos sectores sociales no representan a nadie. La multiplicación de
“partidos” no hace más que reflejar lo dividido que está nuestro país, cada uno
de ellos en un caso supuesto tratando de luchar por los derechos de los
civiles, pero que irónica e hipócritamente los desmeritan con su ambición.
Y entonces se vuelve al caso de la relación vacía y débil que
existe entre el individuo y el que “representara sus derechos y velara por
ellos”, los partidos políticos tradicionales, a lo largo de su historia no han
sido capaces de producir desarrollo y bienestar en sus sociedades, o al menos
no lo suficiente, lo que significa no sólo el aumento de la pobreza y de la inequidad social, sino que privara y
cerrara la posibilidad de la creación de un ambiente propicio para cultivar
toda la potencialidad humana.
Esta situación, sin duda, obliga a las democracias
contemporáneas a debatir, replantear y proponer nuevas formas de representación
y participación política, incluso también a gran parte de la sociedad, sin
embargo no se puede descartar completamente la conformidad de gran parte del
pueblo ante tal situación.
Lamentablemente esta posición ha desembocado un sinfín de
diversos problemas, entre ellos la falta de confianza por parte del pueblo, una
división bastante amplia de pensamientos que debilita y afecta solamente al
pueblo, quien es que el que debe ser protegido, defendido y representado por
estos, pero que no es más que irrespetado, ultrajado y olvidado.
Buenos días.
ResponderBorrarConcuerdo con lo que mencionas en tu texto, pero desde mi perspectiva la representación del pueblo a través de los partidos es un tema más político que económico.
Buen día!
ResponderBorrarLa representatividad política ha ido aumentando, de manera que cada vez hay más partidos políticos, de diferentes culturas colombianas, de género, de etnia...pero a su vez, la confianza del pueblo ante estos, se ha ido disminuyendo, ya que el Estado ha perdido el respeto hacia el pueblo, y el pueblo...hacia el Estado.
Colombia, un país donde la clase política, saquean a la nación, donde los presidentes mienten y traicionan, donde las autoridades violan la ley...¿Cómo creer en políticos que con su voz de mando y un léxico de parlamento nos prometen el cielo y la tierra? los colombianos ya no nos caracterizamos ni tenemos una mente hacia un partido político en especial, la mayoría votan por el candidato que robe menos...
Felicitaciones por tu texto!
Isabella Muñoz Paz
Hola. me parece que buscar brindar una idea critica, pero noto algo confuso en el mensaje. La verdad no soy de los que generalizo y no pienso que todos los políticos son iguales... Es claro que el panorama no es muy claro que digamos, pero tiene que haber un sentimiento de no sentir miedo al cambio.
ResponderBorrarSi te das cuenta el miedo es el principal motivo que tenemos los mismos políticos de siempre... Es que como si tuviéramos una monarquía rotativa entra unas 5 o 6 familias.
Buena tarde
ResponderBorrarLos colombianos más que representantes políticos necesitamos un ideal que unifique nuestro sentir y nuestros intereses, pues es muy evidente la brecha que separa las preocupaciones de quienes ostentan el poder político, de las propensiones del pueblo.