Cuando
observamos los escritos de Adam Smith alrededor del año 1776 podemos ver que
hay dos conceptos que tienen gran poder y que perduran hasta la actualidad como
factores que pueden generar riqueza y aumentar la producción en gran medida. El
ahorro y la división del trabajo tienen una gran capacidad de transformación tanto
del mundo material como del inmaterial –del cual hablaremos más adelante- y
hasta el momento son dos apartados que, en la producción y en el hogar toman un
lugar muy importante.
Sabemos
que uno de los propósitos fundamentales en la vida de muchas personas –así estas
lo nieguen- radica en tener mucho más poder adquisitivo del que tienen ahora.
Para poder adquirir lo que queremos claramente necesitamos de un capital o de
una cantidad de dinero que se acomode a nuestros deseos, para Adam Smith la parsimonia
(moderación en los gastos, ahorro) es la
causa inmediata del aumento del capital. Pero, en realidad ¿tenemos moderación en
los gastos? O vemos que hay personas que no tienen prioridad al momento de
gastar sus ahorros y prefieren comprar un Smartphone o móvil superior a los 2
millones con el motivo de aparentar o estar a la moda y aun tener la casa en
mal estado o endeudarse constantemente cuando ni siquiera el sueldo se los
permite. Creo que la parsimonia de la que habla Smith también debe estar
acompañada de una racionalidad que acompañe constantemente al comprador, porque
si en los días que corren existen más situaciones como las anteriores, entonces,
éste concepto no tendría aplicabilidad en la sociedad.
Al
inicio del texto plantee que el ahorro también transforma el mundo inmaterial
¿Por qué lo digo? La razón principal, es que en la mayoría de las veces en las
que ahorramos, el saber que tenemos la capacidad de comprar varias cosas modifica
nuestros intereses, deseos y necesidades, que en la mayoría de las ocasiones
pasan a segundo plano. También, porque a muchas personas éste hecho les causa
gusto y se sienten mucho más felices, teniendo alto impacto sentimental en las
personas.
Esa
puede ser tal vez una de las razonas por las cuales los empresarios invierten
tanto dinero en publicidad para establecer un producto dentro de la sociedad y
“obligar” a los demás a ahorrar y comprarlo.
“Dame tu lo que me falta y yo te daré lo
que te falta”
La
economía se basa en la satisfacción de las necesidades ajenas. Yo produzco para
satisfacer mis necesidades pero para hacer esto tengo que satisfacer la de los
demás.
Todos
los empresarios buscan maximizar sus producciones. La productividad que se
pueda generar es una consecuencia lógica y natural de la división del trabajo.
Alguien que hace de todo no es muy productivo, pero si el trabajo se divide,
esa división genera una especialización y esa especialización incrementa la
producción además de mejorar la calidad.
Lo
que motiva o permite que se consolide la división del trabajo es el resultado
de una propensión de los seres humanos por negociar, cambiar o permutar y
lógicamente los productores no desaprovecharan ninguna oportunidad para reducir
costos e incrementar su producción para satisfaces las “necesidades de la
población”. Es por lo anterior que la división del trabajo juega un papel
fundamental en la eficiencia, especialización, garantía y calidad de los
productos y servicios que los productores puedan ofrecer a los demás. Porque
agiliza los procesos, reduce mano de obra y con ello los costos, permite de
igual forma explotar talentos y también una mayor acumulación.
Para
finalizar, el objetivo de mi texto básicamente es que se observe como el ahorro
y la división del trabajo son dos conceptos que acompañan perfectamente el
apartado económico en la compra y producción respectivamente. Si no nos hemos
dado cuenta, van muy de la mano, el ahorro por parte del común para poder
comprar los objetos que son resultado de la producción y la división del
trabajo generando condiciones propicias para la productividad y ganancia.
Además,
tener claro que son dos conceptos que permiten la acumulación de riqueza,
primero tenemos al ahorro (siendo moderado en los gastos) que puede darse en
cualquier hogar o persona particular para después destinarlo a la compra de
diferentes bienes o servicios y segundo, la división del trabajo ya que trae
muchos beneficios al proceso productivo (permite: mayor destreza de cada
operario para producir muchas más cantidades, ahorro de tiempo al pasar de una
operación a otra y la invención de un gran número de máquinas que abrevian el trabajo) para que sea más efectivo.
Adrián Jiménez
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