miércoles, 21 de septiembre de 2016

EL FANTASMA DE ADAM SMITH


Adam al igual que la teoría de su “mano”, están presentes de forma invisible. A pesar de más de dos siglos de su muerte, siguen como vestigios las teorías y descubrimientos hechos por el señor Smith,  repercutiendo en la vida como una imagen intangible que corre con épocas posteriores.
Paseaba yo en mi coche a eso de las doce del mediodía, era un día agitado, pues debía entregar una nota periodística y unos cuantos datos secretos de una encuesta para su respectiva estadística. Si pasaba por el centro comercial recordaba a Adam, si leía la prensa me encontraba con Adam, lo mismo sucedía si encendía la tele para ver el noticiero o si escuchaba la radio, no había más nada, siempre me encontraría con el señor Smith.
Recuerdo alguna de esas veces que llegabaal pequeño local de caféSan Alberto;el que queda cerca la estación A-11, en seguida de la tienda de abarrotes, para pasarme temprano por un desayuno. En seguida me detuve un momento para ver el noticiero sintonizado. Vaya la sorpresa que para mí como aspirante a ser director de un periódico fue cuando me entere de los tantos carteles que se habían destapado en los últimos meses, pero esta vez no de narcotráfico, sino de algo más bien básico en las canastas familiares como lo es el azúcar, los pañales o el arroz, entre otros.
Los noticieros se dictaban así:Desde diciembre del año pasado, la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) tenía claro que existían ciertos grupos de empresarios que estarían pactando precios y repartiendo el mercado en el que trabajaban para su propio beneficio, violando el régimen de libre competencia. Sus sospechas fueron tan fuertes que abrieron investigaciones contra azucareros, arroceros y hasta cementeros.”
“Según la entidad, estas firmas se habrían puesto de acuerdo para fijar artificialmente los precios y definir estrategias de comercialización y descuentos en supermercados y cadenas de almacenes.”
El periódico que se repartía en el local tenia titulares como:“El ‘cartel’ de los cuadernos se suma a varios escándalos empresariales que han sido sancionados por la Superintendencia de Industria y Comercio.”Con renglones:“Estas empresas fueron amos y señores del negocio durante los más de 10 años que duró el cartel afectando a 3.7 millones de hogares que compran útiles escolares en el país o, visto de otra forma: 9.5 millones de estudiantes que asisten a un centro educativo.”
Es decir existían cosas del siglo XVIII al siglo XXque no han cambiado pues el mismo egoísmo por el que se rige el mercado no ha variado. Smith a pesar de tener unos cuantos amigos negociantes, no estaba a favor de ellos, de hecho era un crítico muy severo en cuanto a aquellas prácticas.
(...) Proviene de un grupo de personas cuyo interés nunca son exactamente iguales los del público. En muchos aspectos la ventaja exclusiva que un monopolio ofrece a un grupo exclusivo de personas resulta perjudicial para los interese del país.

Salí del café estación y aquellos monopolios sonaban en mi cabeza mientras conducía a mi trabajo, parece ser un caso donde el egoísmo que hablaba Smith ha sido el responsable de mover el mercado.
Las personas estén conscientes o no, están fluyendo siempre por la “propensión natural al cambio”, es la característica natural del ser humano por comprar o vender, tan normal como comer o dormir. Por ello pensé lo siguiente cuando transite cerca de la plaza de mercado, es más, debí pesarlo también cuando estaba dentro de café San Antonio:No podemos esperar nuestros alimentos de la generosidad del carnicero, o del panadero, no podía esperar mis huevos revueltos del desayuno de la benevolencia del dueño del local - al menos que haya sido mi madre -  sino más bien de la satisfacción de sus respetivos  intereses. Si respondemos según Smith a esta “propensión natural al intercambio”buscando nuestro propio bienestar en un sistema de libertad natural, somos conducidos por una “mano invisible”que sin proponérselo promueve el crecimiento de la riqueza de la sociedad como un todo.

(..)”Cuando acudimos a ellos, no paleamos a  su altruismo,  sino a su egoísmo y nunca le hablamos de nuestras necesidades sino más bien de sus beneficios”.

(..)” Son incontables las ocasiones en que el hombre necesita la ayuda de sus congéneres y sería absurdo que recurriera a su generosidad para obtenerla, tendrá más probabilidad  de conseguirla si apela a sus egoísmo y les demuestra los beneficios que obtendrán si hacen para él, lo que les piden que hagan, quien propone a otro un negocio de cualquier clase, le está ofreciendo esto mismo: dame aquello que quiero y tu tendrás aquello que deseas”.

Al llegar al quinto de los tres semáforos que me faltaba por recorrer me llamo Martin, mi sobrino, quien me había notificado deun enorme favor, claro, siempre y cuando estuviera en mis manos poder realizarlo, y para su dicha si lo estaba, pues tenía yo, el perfecto inversionista al que mi sobrino me había pedido conseguir.
Mi sobrino Martin con su amigo emprendedor, Steven, había decidido montar una pequeña fábrica de computadoras hogareñas, en el garaje de Steven. Era la década de los noventa y el consumo excesivo se hacía más visible, la música y las nuevas modas atacaban a una generación X, mientras que otras personas se encargaban de hacer dinero revolucionando el mundo como nunca antes visto. Ya se veía venir un auge en los campos de la informática y se alcazaba apercibir un acelerado ritmo de crecimiento tecnológico. Por supuesto, que quería apoyar a mi sobrino así que ayude a culminar unos de sus pasos. Como primera media necesita conseguir a alguien que los financie, alguien que adelantara un capital para la compra de insumos, para ello sirvió mi contacto.Luego Steven logro entusiasmar a algunos amigos y conocidos para que  trabajen en el proyecto y de esta manera puedan cumplir los pedidos que ya habían logrado luego de dar una conferencia. La actividad para realizar una computadora se realizaba por etapas en el pequeño garaje: Stephen desarrollaba un mejor software, Lucas soldaba componentes, Ronald ensamblaba las cubiertas, Martin supervisaba los equipos, y Mario los empacaba. ¡Ya está!
Bienaquí va Smith otra vez. La división del trabajo para Smith, provoca un gran incremento en la riqueza y en lascantidades de mercancías que produce la sociedad, esto se da por tres motivos: la especialización aumenta la habilidad del trabajador para hacer la habilidadque le corresponde, hace que existan menos tiempos muertos para pasar de una activad  ala otra y se crean herramientas como mejoras a las existentes para concluir el trabajo más rápido y con menos cansancio y así poder rendir más. Por tanto aquí se ve una ruptura con el pensamiento fisiócrata a pesar que Smith era amigo de Quesnay, ya que Smith consideraba más beneficioso para la sociedad las actividades industriales que el trabajo en la tierra.
(…) elmayor avance de los poderes productivos de la mano de obra, así como gran parte de la capacidad, destreza, y buen  juicio con la cuales se dirige o aplica, parece ser los efectos de la división del trabajo.
(…) “esta condición del trabajo no tuvo su origen en la genialidad de algún ser humano  que previo y se propusoalcanzar el bienestar general al que se da lugar. Es la consecuencia necesaria, lenta o gradual  de cierta inclinación de la naturaleza humana que no pretende tales beneficios.La propensión a trocar, permutar, e intercambiar una cosa por otra.”
(..) “Todo individuo no cese de buscar la inversión más rentable del capital con el que cuenta, y lo que tiene en  cuenta  es su propio beneficio y no el de la sociedad pero enesto como en muchas otras cosas, una mano invisible lo conduce a un fin que no forma parte de sus propósitos personales.”

Mi sobrino ha hecho con sus acciones las siguientes premisas de las cuales Adam hablo hace algún tiempo ya que el “sistema de liberta natural”, como lo es el interés de cada individuo funcionando a través de la división del trabajo y la acumulación del capital, crea beneficios para toda la sociedad y que el libre mercado es un  buen mecanismo que puede regularse así mismo mediantes las acciones mutuas de la oferta y las demanda.
En poco tiempo mi sobrino y sus amigos habían vendido unas cuantas computadoras, las expectativas fueron superadas y el  negocio no termino ahí, ya que nuevos pedidos seguían llegando, su negocio comenzó a prosperar de forma increíble. Tanto fue así que el garaje ya les era demasiado pequeño así que alquilaron unas viejas oficinas abandonadas y las acondicionaron para incorporar más trabajadores y dividirlos en secciones.
Recorriendo luego en mi viejo Cadillac, semanas después, las vías cerca de las bahías, los pretiles oxidados, los postes a media luz de parpados y con un cielo encendido para apagarse con la sonrisa de las olas del mar tuve una de mis últimas reflexiones, por que en verdad que Adam para mí era una imagen que perseguía hechos socio-económicos actuales y se plasmaba cómodamente en la realidad. Aquel nuevo pensamiento me dictaba lo siguiente: según Adam el trabajo puede ser productivo o improductivo, pues no todo trabajo crea valor, es entonces donde entro mi duda. ¿El oficio que realizaba mi empleada es productivo o improductivo? Bien, si trabaja en mi casa yo no tengo por qué ocuparme de los oficios varios de la casa, así que no corre peligro en mí el “costo oportunidad”, pues en vez de dedicarme a ello estaré haciendo yo dinero en lo que me gusta, pero si no la tengo tendré que sacar tiempo para poner de nuevo de cabeza mi casa y me costara energía y menos salariopor profesión. Así, que si para Smith no es trabajo productivo pues para mísí solo es, ¡es más!, de hecho voy ya a mismo a contratarla de nuevo, no sé en qué pensaba.

JHON CRISTIAN ORTEGA


FUENTES:
-       Fragmentos del libro: la riqueza  de las naciones


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