lunes, 5 de septiembre de 2016

¿VIVIR ES CONSUMIR?

                     Felipe Mañunga Escobar
El consumo como concepto no hace referencia a nada malo ni perjudicial. Podemos definirlo como el simple hecho de consumir para satisfacer necesidades o deseos. El problema llega cuando esta actividad se vuelve enfermizo. Entonces ya no hablamos de ‘consumo’, sino de ‘consumismo’.
El modelo de bienestar de la sociedad actual se basa en la posesión y acumulación de bienes, lo cual sirve de justificación para que prolifere el consumismo entre las personas. Si el objetivo de la vida es tener muchas cosas, la principal actividad que se ve beneficiada es, lógicamente, el consumo. La posesión y acumulación de bienes suele darse siempre de forma inmoderada.
El término inmoderado parece ser un adjetivo demasiado subjetivo. ¿Qué es ser un consumidor inmoderado? ¿Cuántos iPhone hay que comprar para considerarlo algo inmoderado?
La utilización del calificativo inmoderado encuentra su explicación con la siguiente pregunta: ¿Hasta qué punto necesitamos lo que compramos? ¿Es nuestro consumo necesario para nuestras vidas? Todo aquello que se consume sin ser realmente una necesidad puede considerarse como un exceso, en tanto en cuanto excede las necesidades básicas para la vida de un individuo. Así pues, decir que el consumo actual es inmoderado ya no es algo subjetivo, sino que se ha convertido en algo objetivamente cierto: todos consumimos inmoderadamente, porque consumimos en exceso. No necesitamos todo lo que compramos. La mayor parte de nuestras compras son excesos que se nos antojan necesarios.
Necesitamos lo que compramos en la medida en que nos auto convencemos de que el producto en cuestión nos va a ayudar a ser más felices y a vivir mejor. En ese sentido, con la sociedad de consumo el individuo tiene como principal actividad consumir.
Para muchos autores que la defienden, la sociedad de consumo es reflejo de un alto nivel de desarrollo socioeconómico, que se manifiesta en el incremento de la renta de cada individuo. Consideran también que este tipo de sociedad basada en el consumo constante ofrece a las personas la posibilidad de adquirir bienes y servicios cada vez más diversificados, y que eso contribuye a mejorar la calidad de vida y produce una mayor igualdad social, ya que son muchos los individuos que pueden hacerse con una gran cantidad de productos que, según las tesis de los defensores del sistema, contribuirán a hacer sus vidas mucho mejores y más felices.
Así pues, el principal argumento para la defensa de la sociedad de consumo se apoya en que el consumo contribuye a mejorar la calidad de vida de las personas y que ayuda a las sociedades a desarrollarse. Lo autores pro-consumo olvidan que en esta sociedad ideal donde las personas pueden comprar cualquier cosa que quieran, hay muchos que no pueden consumir, ya que el principal requisito para disfrutar de la sociedad de consumo, moderna y desarrollada, es tener dinero. En la sociedad actual sigue habiendo millones de pobres, incluso en países desarrollados, que no pueden participar en la sociedad de consumo.
Bibliografía

http://www.lahumanidadperdida.com/la-sociedad-del-consumismo/

1 comentario:

  1. Buen día.
    El consumismo actualmente domina la mente y los corazones de millones de personas, sustituyendo tantas cosas que realmente importan a cosas innecesarias. El cambio tecnológico nos permite producir más de lo que demandamos y ofertar más de lo que necesitamos. De esta manera encontramos que la tecnología ha influido en gran medida al consumo, siendo este un principal factor ayudante para la generación del consumismo, otro tema es la publicidad, puesto que en algunas ocasiones consigue convencer al público de que un gasto es necesario cuando antes se consideraba un lujo e innecesario. Y es de esta manera que cada vez vamos adquiriendo poder en el comprar más y más, sin importar aquellas consecuencias, las cuales en ultimas el consumo es el que nos controla mas no nosotros a el.

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