“Dejar hacer, dejar pasar”
Jeaque Turgot
Que
interesante es pensar en las realidades que ya pasaron y los sueños que se
fundieron en el olvido, las ideas y las historias que crearon el mundo en
ocasiones olvidadas, en otras glorificadas, son la muestra de luchas históricas
por la hegemonía.
Cuando
ya el mundo se acostumbraba a la economía como disciplina de ricos y de
desarticulación entre sí, apareció en Francia la primera escuela de pensamiento
del mundo, su nombre: fisiocracia, con Francois Quesnay un médico como su
maestro y mayor exponente, los fisiócratas analizaron la situación francesa y
el mundo social, manifestando que el mundo respondía con sus comportamientos a
las leyes naturales. Por ende, la economía debía ser un sistema articulado al
igual que el cuerpo humano, mas no una disciplina de connotaciones temporales
como proponían los mercantilistas.
Ya
que el mundo económico es un sistema regido por las leyes naturales el estado
no debe intervenir en la economía, debe vivir el liberalismo económico,
afirmaban. Nada de proteccionismo, comerciemos entre tú y yo.
Muchos
se vieron beneficiados con las propuestas fisiocraticas en especial los
apoderados franceses, ya que a pesar de decir sobre la existencia de tres
clases (los agricultores; los comerciantes y artesanos: y finalmente los terratenientes)
siendo los agricultores la clase productiva y generadora de riqueza, nunca
afirmaron que por ende la clase agricultora, debiera llegar a acceder a
condiciones mejores salarialmente o socialmente al menos, en cambio decían que
el control de los terratenientes de la tierra era justificado ya que era el
resultado de trabajo de calidad de suelo acumulado; por lo tanto era
imprescindible, que los agricultores, no fueran consumidores de categoría, sino
que hicieran lo suficiente para invertir en sus propios trabajadores y en su
subsistencia haciendo que todas sus ganancias retornaran a la economía,
incluyendo la renta que le pagaban al terrateniente por la tierra, y los
productos comprados a los artesanos y comerciantes que manufacturaban los productos.
Y
esa historia se parece una vez más a los ensueños formados por los mitos
colectivos en los que los paraísos de armonía sistemática son relucientes. Sin
embargo, la realidad es que las historias de paraísos solo son un imaginario
creado por los intelectuales, para desdibujar la importancia de la solidaridad
y la conciencia humana, con leyes y resultados perfectos los fisiócratas nos
abrieron la puerta al liberalismo económico, otro imaginario que hoy las
potencias utilizan como el nuevo imaginario que debe conquistar el mundo para
lograr así que las fantasías humanas del derroche y la depravación como forma
de diversión puedan seguir manifestándose por siglos.
Quien
sabe cuál será el imaginario que nos inventaran con las revoluciones venideras,
pero lo cierto es que si algo debemos considerar es el papel que deben llevar a
cabo las escuelas de pensamiento, no como portavoces de imaginarios, sino de
realidades.
Así
como Quesnay se preocupó por crear un sistema para develar la distribución del
ingreso (tableau economique), nosotros debemos hacernos la misma pregunta, ya
que acaso aceptaremos que para que la economía sea rica debe la población
empobrecerse (mercantilistas), o en cambio una nueva economía resurgirá como la
primera escuela de una nueva concepción.
“No me importa la desigualdad
porque no soy envidioso, me importa la
pobreza”
Pedro Schwartz
Emanuel Alexander Espinel Rojas
WEBGRAFIA
·
Conociendo el capital:
capítulo 3 los fisiócratas – YouTube
·
Historia del
pensamiento económico preclásico y mercantilismo
http://pensamientoeconiomico.blogspot.com.co/2014/02/economia-preclasica-lo-largo-del.html
Pido perdón a los lectores por ciertos problemas de redaccion.
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