“La economía como esencia de la vida es una
enfermedad mortal, porque un crecimiento infinito no armoniza con un mundo
finito.”
Erich Fromm
Una noche emprenderemos un viaje
entre libros y montañas, historias, mares y cielos. En una noche de luciérnagas
curiosas y sueños encantados la nave de la imaginación llevará al viajero
dentro de su capsula de ilusión… en ella una remota búsqueda se emprenderá
(¿cuál es la finalidad de la vida, al menos de la humana?) atravesando los
paradigmas de la efectividad y el reduccionismo científico.
Tal vez cuando la vida se haya
hecho muerte, una economía para la vida empiece a verse con buenos ojos.
Quizás, cuando nuestra racionalidad (supuestos económicos tradicionales) nos
haya hecho inmensamente irracionales la solidaridad empiece a practicarse.
Franz Hinkelammert nos ha
propuesto replantear la economía. Afirmando una que esté orientada hacia la de
reproducción de vida, es decir una en la que la eficiencia no se juzgue por
indicadores economicisticos, sino de cuantas personas podrán vivir con x o y
sistema.
En nuestros días la economía está
en función de la muerte. Los sistemas y los economistas juzgan desde el
supuesto de quienes personas podrán vivir y cuales no con algún resultado de
tendencia económica y social, ello ha creado como resultado que muchas vidas
sean sacrificadas psicológica, social, intelectual, artística y económicamente,
en razón de la ganancia y la supuesta favorabilidad futura para individuos de
otra sociedad, debido a que el sufrimiento de hoy permitirá una mayor
estabilidad económica y un mayor nivel de riqueza a otras generaciones. - De lo
que estaría hablando entonces la economía si actúa bajo esta premisa es que los
débiles deberán ser sacrificados en favor de los más fuertes.
El mundo es un sistema
articulado; sin embargo, en el nunca aparece la naturaleza. – La humanidad es
un mundo aparte, afirmamos. Lo que debe importar son los objetos y objetivos.
El mundo no se mueve en favor de los sujetos, ello solo crea improductividad (supuesto
neoliberal).
¿Y entonces? ¿a quienes les
importa los humanos y la naturaleza? Acaso la actividad económica no debe girar
en torno a que al menos nosotros podamos vivir colectivamente bien y
sobrevivamos como especie. Pues al parecer no. – Los imaginarios de un sistema
regido por leyes (que solo creemos nosotros, porque la verdad es que ni
siquiera podemos férreamente que la economía propiedad material en el mundo de
interacción biológica), ha creado una desnaturalización de lo que somos como
especie y como integrantes de un ambiente. Como en el mundo de la interacción
humano – naturaleza, donde nuestro sistema no es más que un concepto propio de
nuestra abstracción, y es por eso que el mirar todo el entorno con ojos de
realidad humana es el gran error cometido por nuestra especie, evidentemente al
ser humanos, pues tendremos una apreciación humana del mundo, pero a lo que me
refirió es al sentido de querer implantar todas las abstracciones del mundo
humano al entorno natural.
Ello ha creado una irrealidad basada en el existo
mercantilista y los sueños capitalistas. Imposibles más que nunca al día de hoy
cuando el mundo vive en una crisis ambiental y en un proceso de extinción de
identidad, generado debido a apartar al sujeto de las consideraciones sociales,
científicas, políticas, económicas… Los
no humanos cada vez están más cerca, caminando con sus pantallas por el mundo,
pero bueno ese es otro tema.
El centro del análisis epistemológico debería ser el humano
(no de la ganancia, el capital, los actores económicos…), garantizando las
condiciones materiales para su existencia.
Sin embargo, si bien debemos partir del ser humano, no
podemos entrar en un juego individualista o idealista como bien ya lo había
hecho el humanismo, que nos aportó muchísimas cosas positivas, pero también nos
doto de egocentrismos muy comunes en los claustros académicos.
Si el renacimiento nos dio un renacer a nuestra cultura,
ciencia, arte. Hoy más que nunca necesitamos otro renacer, uno conectado con el
curso orgánico de la vida y de la relación humano – ambiente.
El gran problema de la economía es que desde que nació dejo
de considerar la variable sin la que todo el orden equitativo de intercambios
es imposible (la vida). Solo existe una certeza (la muerte) y un axioma (la
vida). Entonces porque seguimos tratando de hacer que el ser humano y el
ambiente vayan en función de la economía y no al contrario. Solo vasta con que
miremos cual es la finalidad biológica de las especies para orientar nuestro
camino en función de la realidad.
“Economía, negocio de muchos, negocio de nadie”
Thomas Macaulay
Emanuel Alexander
Espinel Rojas
BIBLIOGRAFIA
·
Hacia una economía para la vida – Franz
Hinkelammert, Henry Mora Jiménez
·
El origen de las especies – Charles Darwin
WEBGRAFIA
TALLER INTERTEXTO 3
ResponderBorrarINTEGRANTES:
Adrián Jiménez
Alejandro Martínez Hurtado
Isabella Muñoz
Vanessa Tintinago
Alejandro Velasco
Hemos llegado a la conclusión de que el texto no presenta limitaciones ni deficiencias, está bien redactado y no presenta dificultades a la hora de desarrollar la idea dentro del mismo, lo hace de una manera sencilla y muy entretenida con la cual facilita su comprensión.