“Incrementar la producción para
incrementar las exportaciones y disminuir el consumo para mantener la riqueza.”
Era
el lema de los mercantilistas, una fórmula para la riqueza de aquella época.
Pero debemos hacernos una pregunta –o bueno, varias mejor dicho- ¿Quiénes eran
estos? ¿Existe una diferencia abismal entre ellos y los principios del sistema
económico contemporáneo? ¿Por qué tratarlos ahora?
Para
ubicarnos en el contexto y para los despistadillos, voy a dar una pequeña
introducción al tema a tratar.
Los
mercantilistas manifestaban que la riqueza se genera a través del comercio –más
específicamente, a través del comercio exterior-. Por medio de barreras
arancelarias (pretendían que sus productos fueran los únicos en determinados
sitios), de la estimulación de la expansión marítima y colonial, del aumento de
la población y de la premisa con la que se inició el texto; se buscaba una
balanza comercial favorable (donde las exportaciones superaran a las
importaciones), un aumento o gran atesoramiento de metales preciosos y reforzar
el poder de los estados para que por medio de políticas proteccionistas se
favoreciera la exportación y se perjudicara la importación.
La
riqueza se medía en la cantidad de metales preciosos que se tuvieran en poder y
el incremento de la competitividad tenía mucho que ver con la disminución de
salarios. Vale, hasta aquí un poco de contexto.
De
la historia española aprendimos que tener metales preciosos en cantidad no
garantiza que la economía se consolide o mantenga en el tiempo ¿Por qué? Pues
bien… acompáñenme a ver el suceso.
Sabemos
que España, nuestro “querido” colono, acababa de expulsar a los moros de su
territorio cuando apareció américa ante sus ojos y se sentaran al ver la
riqueza exuberante que habitaba éste territorio. Oro, plata y muchos metales
más junto con las tierras y la mano de obra esclava –que no necesitaba
remuneración, sino sólo sostenimiento- hacían del “nuevo continente” un paraíso
a explotar para los europeos y más cuando la economía de su territorio no
estaba en su mejor ni normal momento.
Entonces,
¿cómo es que España con todas las de triunfar dentro de un mundo mercantilista,
no pudo consolidarse?
La
razón es muy sencilla, y para encontrarla sólo tengo que hacer una pregunta.
¿Qué producía España? Para poder consumir necesitamos producir y como todos
necesitamos algo de diferentes zonas ya que no existe una autarquía –ni creo
exista una con mucho éxito- pues todo lo que España necesitaba obviamente lo
tenía que comprar. Cuando los españoles llegaron a américa se encontraron con
todos los metales preciosos, los llevaron a España y como no producían nada ya
que la riqueza se obtenía de gratis –hallaban metales preciosos-, se saltaron el
proceso de producción que se tiene que hacer para poder generar riqueza. Por
todo lo anterior los metales Españoles no duraron nada y se volatizaron.
Paradójicamente
España ayudo mucho a la acumulación de riqueza y economía de sus territorios
cercanos. ¿Cómo lo hizo? Para ello debemos analizar la situación:
A
los mercantilistas no les convenía que la población “nacional” pudiera comprar
sus productos ya que lo que producían lo debían destinar al comercio con
externos para mejorar sus ingresos. Si se aumenta la cantidad de dinero se
aumentan los precios y cuando sube el nivel de precios la gente no puede
comprar los productos al interior de la economía. Un hecho que les beneficia
totalmente a los mercantilistas. Entonces, ¿Qué hacer con esa producción? Pues
exportarla.
Cuando
mandan al exterior la producción, el precio de ésta sigue aumentando y como el
precio se expresa en metales, los mercantilistas tenían éxito. Pero ¿qué hace
pensar que aunque los productos tengan los precios altos los van a comprar en
el exterior? Bien… pues ya conocemos la
realidad española de la época, no producían, todo lo compraban y como las
colonias americanas los proveían gratis de los metales preciosos les fue muy
fácil pagar a cualquier precio lo que necesitaran. Depositando sus reservas de
metales en los ingresos de los demás territorios.
Pero
hay que tener en cuenta que sin las colonias que siempre fueron las proveedoras
de las materias primas –algo que va muy de acuerdo con lo que Thomas Mun
afirmaba-, ningún país Europeo pudo hacer eso ya que la situación no sólo fue
española.
La
importancia de la producción juega un papel importante en el desarrollo y
sostenimiento de las comunidades incluso desde tiempos remotos. Trae muchos
beneficios y aunque estos no sean para toda la población, se puede evidenciar
que el rumbo que tomen sus estados será mucho mejor siendo productivo que
despilfarrador.
Al
momento de analizar la realidad actual vemos que no se aleja mucho de la
relatada anteriormente.
Debido
a que países potencia han explotado la mayoría de sus recursos naturales, la
riqueza en la actualidad ya no se centra ni en el dinero ni en los metales,
está enfocada en la carrera por obtener recursos naturales. En América latina,
África y Asia encontramos países con gran potencial de desarrollo, en los
cuales los recursos parecieran ser inagotables; pero por no tener un sistema
competitivo en el mundo o una producción estable no salen al globo como unos líderes
sino lo contrario.
Vemos
ahora que gran cantidad de países potencia se encuentran en una situación
parecida a la que España vivió en alguna época, necesitan de materias primas y
obviamente, acuden a los pequeños productores que los satisfacen pero por un
precio muy bajo. Ahora, ¿Quiénes son éstos? Para nos trasladarnos de
continente, podemos tomar el caso economías centroamericanas como El salvador,
Jamaica, Honduras o hasta Colombia que parecieran ser las colonias
abastecedoras de los líderes globales.
Tomemos
otro punto de vista, los países en desarrollo por no tener un alto nivel de
desarrollo o financiación para estos campos tienen que, por obligación, comprar
los productos al resto de países por el precio que éstos ofrezcan y no pueden
negarse por la misma necesidad.
Para
ir concluyendo ¿Qué podemos concluir de lo inferido en el texto? –quizá, aquí
se me escapen algunos aspectos, pero si crees que hay más, mucho mejor-.
Las
lógicas de comercio son prácticamente iguales, el hecho de importar menos y
tener unas exportaciones muy buenas es el propósito de todo
empresario/productor.
El
disminuir salarios en la actualidad no es que sea una manera tan viable de
mejorar la competitividad y de reducir costos (usar menos factores de
producción) para incrementar ganancias ya que hay políticas que establecen un
salario. Sin embargo, estoy seguro de que si la realidad fuera otra no se
dudaría en disminuirlo.
Pues
bueno… primero que todo, vemos que aparece un
esbozo de la teoría cuantitativa del dinero mucho antes de que fuera planteada
por los neoclásicos.
La
realidad de los estados no ha cambiado mucho, se ve casi la misma estrategia y
problemas que inundaban la época.
Finalizando,
hay que aclarar de nuevo la importancia de la producción y de que una nación o
sociedad lo sea. El mundo actual lo exige y el ritmo de vida también.
Adrián Jiménez
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