A lo largo de la historia, varias han sido las personas que han dedicado su
vida a descifrar y dar solución al
pensamiento económico que dio origen a la ciencia económica de hoy en día, es
importante entender los planteamientos económicos propuestos en la antigüedad
para entender igualmente los planteamientos económicos contemporáneos, curiosamente
al repasar estas teorías nos damos cuenta que la historia es mucho más compleja
de lo que nos enseñan cotidianamente, pues si hacemos un seguimiento exhaustivo
de la procedencia de la información necesaria para crear un modelo económico,
resalta rápidamente el hecho de que el pensamiento económico no se originó
únicamente en un solo lugar y tiempo determinado, que como normalmente nos
hacen creer vino de Europa, sino que, contrariamente a esa idea, encontramos
que la necesidad de preguntarse sobre economía y todo lo que esta conlleva, se
originó simultáneamente en diferentes partes del planeta y que con el paso del
tiempo, mediante el intercambio de información entre los pueblos existentes en
ese entonces, se lograron desarrollar varias de las teorías económicas
contemporáneas más relevantes.
Observamos, dentro de los múltiples pensamientos económicos de la
antigüedad, como algunos de los planteamientos son bastante optimistas y
desarrollan sus ideas en torno a la creencia de que el ser humano es
socialmente responsable y ético, como en el caso del pensamiento de Aristóteles
frente al problema de la escasez, donde considera que la escasez se podía
resolver reduciendo el consumo y cambiando las actividades humanas; depositando
total confianza en el ser humano, creyendo fielmente que las personas consumirían
los recursos necesarios para su sustento, sin consumir más de lo necesario,
siendo conscientes de que su prójimo necesita igualmente de dichos suministros
para sobrevivir, cosa que por supuesto podría darse en un futuro, pero que
desafortunadamente aún está lejos de suceder, pues primero debemos superar
nuestros egoísmos y dar pie a una verdadera integración de la humanidad, donde
nos importe el bienestar del prójimo tanto como si se tratase del bienestar propio.
Encontramos también, como algunas de las instituciones más poderosas que
rigen el mundo, como la iglesia católica, lo han hecho desde mucho tiempo
atrás, pues aunque actualmente haya perdido mucho del control político y
económico del que disponía en la antigüedad, no podemos negar o dejar a un lado
el hecho de que dicha institución influyó enormemente dentro del campo social, económico
y político del mundo, acumulando riquezas, convirtiéndose en una de las
instituciones más ricas y poderosas de la historia, y finalmente, contrariando enormemente
las creencias planteadas dentro del soporte en el que se fundamenta, la biblia.
De ésta manera, vemos como el pasado nos ofrece grandes y fascinantes
historias, que nos permiten adentrarnos en el pensamiento económico y conocer
varias de las figuras o personalidades más influyentes en este campo del saber,
así como descubrir varios de los exponentes del pensamiento económico no
occidental y tener una visión más ampliada y certera de la economía clásica,
que todo buen economista debe tener.
Sebastián Benítez C.
Código: 104416010690
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