miércoles, 14 de octubre de 2015

CONTROL DE PRECIOS.



El control de precios que suele introducir el estado, tiene un efecto sobre la oferta y la demanda de los bienes y servicios sujetos al control de precios, que suelen ser objeto de estudio por parte de los empresarios.
Según la teoría del libre mercado, el mercado mismo mediante la conocida ley de la oferta y demanda, debe regular los precios de los bienes y servicios, pero en ocasiones el estado decide intervenir mediante la fijación de precios máximos al público.

Ya sea por la detección de fenómenos especulativos o  por una medida social encaminada a proteger derechos básicos de los ciudadanos como la salud o la alimentación, el estado fija un sistema de precios máximos sobre determinados bienes y servicios que tienen un fuerte efecto tanto en la demanda como en la oferta.
La intervención del estado puede conseguir resultados diferentes como la corrección de imperfecciones  del mercado o simplemente distorsionarlo afectando desde oferentes hasta consumidores.

Cuando el estado toma la decisión de introducir un precio máximo sobre un producto, la oferta se reciente puesto que hace menos atractiva su producción, así que los capitalistas proferirán invertir sus recursos en otro sector donde los precios no obedezcan a elementos artificiales sino al libre juego de la oferta y la demanda.
Al tiempo que la oferta se reciente por el control de precios, la demanda se puede ver estimulada por la existencia de un precio más razonable y asequible para el consumidor, de modo que se produce un exceso de demanda frente  a la oferta, lo que se supondría debería redundar en un incremento de precios que deberían llevar a que en un momento dado se pueda alcanzar nuevamente un nivel óptimo o punto de equilibrio, situación que no se dará precisamente por el control de precios.

Al resentirse la oferta  al tiempo que se incrementa la demanda, a pesar de que se presenta una posible escasez, esta escasez no redunda en un incremento de precios que sería lo normal, debido precisamente a la mano del estado que impide  un libre desarrollo del mercado, puesto que restringe uno de los factores que lo dinamiza, que es el precio.


El precio de los bienes y servicios, así como puede incrementar o disminuir la oferta puede también  incrementar o disminuir la demanda, juego que por sí solo debería mantener un precio que deje  satisfechos tanto a consumidores como productores, pero cuando se introduce el control de precios, solamente los consumidores estarán satisfechos, situación que hace que los oferentes dejen de producir, investigar e introducir innovaciones, etc.

2 comentarios:

  1. De acuerdo al texto se puede tener dos puntos de vista el de los consumidores y el de los productores cuando el estado interviene en el control de precios, si lo vemos por el lado de los consumidores en cierto modo nos va a favorecer, pues cuando se da esto se evita que muchas empresas abucen de la necesidad de las personas por dicho producto o servicio necesario y menejen precios algo altos y ganen en todos los aspectos, pero también lo vemos por el lado de los productores puesto que en todos los casos no es así necesariamente el control de los precios por el estado o en algunas empresas puede llegar a colocarlos en una crisis financiera ya que se puede afectar la oferta y la demanda sin permitir un control o estabilidad entre ellas.

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  2. Un juego, como el autor(a) lo denomina seria en un principio lo ideal pero que ocurre ¿cuándo este jugo está condicionado al Estado?, lo único que podría ocurrir es que sea el Estado el que regule todo de nuevo, porque por más que se hable de la no intervención estatal, se puede dilucidar todavía todo los alcances que ha tenido el Estado, puesto que ha sido tanto tiempo el que se ha estado bajo su mando que ya se aprendió a vivir bajo las condiciones de este y de sus múltiples reglas, que al fin y al cabo terminan decidiendo el rumbo del mercado, de la oferta y posteriormente de la demanda… así que sin el Estado explícitamente en el mercado sigue estando implícitamente por medio de agentes intervinientes que “optimizan” las reglas del mercado o del “libre” juego.

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