Rendimientos decrecientes

Yéssica Alexandra Lucero Acero

David Ricardo nació en Londres el 19 de diciembre de 1772 en el seno de una familia judía de origen portugués que emigró a Holanda e Inglaterra antes de su nacimiento. Ricardo es considerado como uno de los economistas más relevantes de la escuela clásica, tuvo gran prestigio su padre fue un banquero exitoso al igual que él. Ricardo se interesó por la obra de Adam Smith de 1776 “La riqueza de las naciones”, pero a diferencia de Smith, Ricardo se preocupa más por las causas de su crecimiento, siendo esto lo que lo llevo a interesarse por la distribución de la renta. La obra más destacada de Ricardo “Los Principios de Economía Política y Tributación”,  publicada en 1817.

En los temas tratados en su obra unos de los más importantes la ley de rendimientos decrecientes que  muestra como a medida que avanza el eje de la escala, es decir, la incorporación de más factores de producción (Tierra, capital, trabajo y en  la actualidad el emprendimiento)  aumenta menos la producción ya los rendimientos crecientes son aquellos en los que con menos factores de producción se consigue una mayor producción. A lo que se suma la ampliación  del mercado donde la productividad y el transporte interfieren en la generación de una mejor o peor renta.

La existencia de los rendimientos decrecientes pueden parecer lógico si se piensa desde el siguiente punto de vista: no por tener más obreros en un oficio necesariamente el trabajo se realiza de manera más rápida y eficiente. Puede llegar un punto en el que tantas personas puedan incordiarse por falta de espacio y no realicen sus tareas correctamente, por ello Ricardo en su teoría del valor trabajo lo que importa no es la cantidad o el incremento en mano de obra sino mas bien y mediante  avances técnicos pueden hacerse menos trabajadores más productivos es la productividad.