EL INTERCAMBIO

El crecimiento sostenido por las actividades comerciales, visto desde el progreso de la historia y de la manera como lo explica Adam Smith con un breve ejemplo: en una tribu inculcada por cazadores, algunos se dedican a hacer arcos y flechas con unas cuantas más destrezas que pueda desempeñar en el campo artesanal, con el fin de cambiar su obra por caza o ganado con sus compañeros, y de este modo encuentran la mejor manera de adquirir reses o aves, en vez de ir al campo y emplear aquellos ejercicios, de modo que se dedicara a solo a fabricar los suplementos que requiera para cambiarlos por sus intereses. Con ello se puede ver claramente que el intercambio surge de la mano de la especialización. Así mismo Smith agrega en el capítulo IV que para satisfacer la mayor parte de las necesidades  se tiene que permutar o cambiar aquella porción sobrante del producto de su trabajo o lo que exceda de su consumo, por otra porción del producto ajeno, según como lo exija su necesidad o conveniencia. Ahora bien, en un estado capitalista, a veces cuando hacemos un intercambio lo hacemos pensando en la valoración monetaria que tienen los objetos y en base a esto aceptamos o no el cambio.

 Por otro lado, anteriormente se quiso implementar un medio de pago que facilitara la obtención de necesidades, ya que no siempre se producía lo que el otro necesitase, un ejemplo de ello puede ser, el fabricante de sandalias, en ese tiempo no podría cambiar sandalias por pan, de modo que tendría que buscar un panadero que necesitase sandalias para así generar un intercambio de común acuerdo. De tal modo que se vieron en la necesidad de utilizar como medio de intercambio los metales como el oro y la plata, pero el uso de los metales padecía de algunos inconvenientes, tales como la incomodidad de pesarlos y contrastarlos, ya que una diferencia en la cantidad la hace muy grande en el valor.  De modo que para evitar esta molestia se creó la moneda con un material más barato y de esta manera fomentar por este medio el comercio y la industria.

Sin embargo se puede afirmar que el trueque aun lo vemos en la actualidad, las ventajas se reducen a que no se necesita dinero, pero si se necesita tener algún objeto para intercambiarlo, a diferencia de épocas pasadas, no todos somos productores, y por ende la mayoría de lo que adquirimos hoy en día son compradas, por lo cual el dinero se ha vuelto arraigadamente necesario. Muchos de los objetos se intercambian con la suposición de cambiar algo que no te es útil, por algo que si lo seria con el objetivo de obtener el máximo beneficio posible. De igual manera hoy en día se puede observar cómo se practica la permutación de bienes, esto se puede ver claramente en los periódicos o revistas de ventas, en las cuales se puede encontrar como por ejemplo: vendo o permuto moto, un carro, entre otros, en donde ambas partes al llegar a un acuerdo se respetan ciertas condiciones y el objetivo es también el mismo.

La regla que rige el intercambio es el valor.  Para Smith existen dos diferencias del valor de la siguiente manera: “a veces significa utilidad de algún objeto en particular y la otra es el poder que tiene para cambiarse por otros bienes a voluntad del que las posee”. Al cual le llamo, valor de utilidad y valor de cambio, los cuales distingue y agrega que el único valor que interesa  a la hora de intercambiar un bien por otro, es el valor de cambio. La utilidad para Smith, nada tiene que ver con  la alteración en los precios. Ahora bien, estos precios se determinan en base a la cantidad de trabajo dedicada en la producción del bien. Por otro lado la utilidad se puede entender como la cualidad que poseen los bienes para satisfacer los deseos o apetitos humanos. La utilidad varía considerablemente de acuerdo con las modificaciones de los gustos.

Referencias

Blatman, D. (s.f.). ZONA ECONOMICA. Obtenido de http://www.zonaeconomica.com/adamsmith2

DECRECIMIENTO. (27 de 11 de 2010). Obtenido de http://www.decrecimiento.info/2010/11/el-valor-del-intercambio.html

PRESENTE CONTINUO. (20 de 10 de 2010). Obtenido de https://mherrerovelasco.wordpress.com/2010/10/20/la-utilidad-el-valor-y-el-precio/

SMITH, A. (1776). LA RIQUEZAS DE LAS NACIONES. Pag. 24,34-48.

LIZETH DUARTE M.