UNA HISTORIA PARA CONTAR

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Estábamos en clase de Teoría económica clásica cuando la profesora después de exponer un tema conto una historia referente a lo expuesto en su clase y comenzó así “Carolina era madre cabeza de hogar, tenia 2 hijas y era abogada de un importante bufete de abogados; además de ello era un poco egocéntrica y loca por gastar el dinero en shopping con sus dos queridas hijas. Era una mujer que no controlaba el sentido común de ser recatada para las compras y es que ella decía que no tenia problema con ello porque disponía del suficiente dinero para sobrellevar los gatos que requería la casa, las obligaciones y demás cosas. Al pasar el tiempo el bufete de abogados en el que trabaja Carolina empezó a decaer y por ende toco reducir el salario de los trabajadores, Carolina estaba un poco impactada por lo que estaba sucediendo, era consciente de que iba a obtener menos del salario del que ella era feliz y satisfecha y por ello iba a cambiar un poco la vida derrochadora que ella estaba teniendo.

Y efectivamente cambio, sus hijas estaban histéricas porque su madre no podía calmarle los caprichos que tenían con una blusa o con unos zapatos de marca a las que ellas estaban acostumbradas, y Carolina también se encontraba un poco ofuscada de la situación que estaba ocurriendo en ese momento pero aun así ellas no le encontraban mayor problema a eso por eso seguían llevando la misma vida hasta antes del gran problema; asi que pues Carolina no le importaba el endeudarse y deber mucho dinero con tal de poder calmar sus gustos y el de sus hijas. Dada toda esta situación del endeudamiento le embargaron el auto divino que ella poseía, claro Carolina y las niñas no concebía en la cabeza de que se iban a quedar sin auto si Carolina no pagaba el dinero que debía para pagar muchas cosas como los gastos en las boutiques y los viajes que tenía sus hijas por Europa y Estados Unidos y todos estos gastos hechos antes de que le redujeran el salario a Carolina, era unas deudas que ella ya estaba consciente pero pues no tenía dinero para pagar todo, así pues le embargaron el auto. Después de lo sucedido Carolina reflexiono de que no podían gastar más dinero de lo que poseían, que ellas deberían ser conscientes de la realidad que estaban viviendo y que no podían seguir dándose mas lujos, que no podían pagar después, así pues comenzaron una vida de administrar mejor el dinero, hacer cuentas y sobre todo a ahorrar una parte del salario que recibía, al cabo de un buen tiempo después el bufete comenzó a despegar de nuevo y Carolina obtuvo un aumento de salario y con eso completo el dinero para pagar las deudas que tenia y volvió a estar como desde un comienzo pero con una moraleja que le dejo la vida y es el aprender ahorra porque no siempre se corre con la misma suerte” Y esa fue la historia de mi familia, dijo la profesora y se puede reflejar en lo que dijo Adam Smith “Gastar poco, Ahorrar mucho”.