Regulador económico

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A pesar de las grandes discordias encontradas en  las  teorías de valor propuestas por  Adam  Smith  y David Ricardo, además de las ambigüedades intrínsecas que pudiéramos encontrar en cada una de ellas, quisiera centrarme en  los puntos que comparten y validan por igual  los dos planteamientos teóricos, en relación al  modelo económico clásico en el sistema capitalista.

En primer lugar debemos tener en cuenta que los personajes anteriormente mencionados son bases importante en la teoría clásica de la economía, por lo tal tendrán un convicción  absoluta   en el supuesto del equilibrio perfecto en consecuencia del obrar de la mano invisible del mercado (SMITH). Pero el punto en análisis  no es precisamente un equilibrio utópico, sino la necesidad de una intervención externa de agentes que puedan mantener un orden mínimo en la sociedad, la economía y el mercado. Pero debemos preguntarnos porque una intervención externa  que regulen el actuar  y la relación de los fenómenos económicos dentro de una sociedad determinada. El confiar ciegamente en un supuesto de relación perfecta y equilibrada  dentro de  una economía nos nublaría el juicio y no nos dejaría reconocer a carta cabal, cuando es la relación natural entre agentes económicos la que aparece ante la realidad y cuando lo que aparece ante nuestros ojos no es más que la manipulación de grandes  controladores de  poder económico que interfieren en el mercado en busca de maximizar los beneficios de unos pocos. Perjudicando principalmente a la población consumidora de una sociedad  esa es la razón primordial por la cual es necesaria un regulador que  controle  e intervenga en la economía para evitar que algunos actores económicos cometan excesos y perjudiquen a otros o a parte de la sociedad, ya que podemos decir que donde no se encuentra un control el exceso y la especulación toman su lugar.

En la actualidad tal agente regulador lo conocemos  como estado, el estado necesariamente debe crear un marco que garantice unas condiciones ideales o al menos aceptables para todos los actores en relación, de lo contrario correríamos el riego que se  creará un conflicto interno en la economía que la  llevara a la ruina. Llevándose con ella los cimientos de la sociedad, el desarrollo de la misma, al igual que  el crecimiento de todo poder social, cultural y  religioso se vería de igual manera afectado por esta crisis.