En la historia quedará
marcado el día en que se nos preguntó a los colombianos si queríamos acabar con
una guerra de más de medio siglo, y nosotros, indolentes ante las necesidades
de nuestros campesinos dijimos ¡NO!, un NO que resonará con cada bala de la guerra
que continuará, un NO marcado en la frente de cada niño y joven reclutado para
morir en una guerra ajena, una guerra de la cual ya olvidamos sus inicios y que
al parecer olvidamos también todo el sufrimiento que causó. Que no darían otros
países en conflicto para que alguien les diera la opción de poder acabar con la
muerte con un simple pero trascendental SÍ, que no darían las personas que
viven en las denominadas “zonas rojas” para recibir la noticia de que su territorio
ya no debe recibir tal calificativo, de que la zozobra y el miedo son cosa del
pasado y el futuro progreso neto.
El mensaje fue claro, los
departamentos que sufren la guerra gritaron un ¡SÍ! rotundo que aún resuena en
los campos, mientras los departamentos que no ponen los muertos gritaron un ¡NO!,
egoísta, mezquino, indolente. Sólo queda esperar que seguirá ahora, esperanzarse
en que haya una ínfima posibilidad de renegociación, de lo contrario sabemos
muy bien cual será nuestro futuro, seguir anclados al siglo XX y como de
costumbre, ver por televisión un poco más de la miseria y el dolor que causa la
guerra; masacres, violaciones, vejaciones inimaginables para cada víctima que
habrá.
Duele saber que muchas de
las personas que votaron NO, lo hicieron
influenciadas por información falsa, como quien dice: "se dejaron meter
cuento". Aún se escucha en sus argumentos frases como: "Le darán a
cada guerrillero $ 1.800.000", "Este país se va a volver como
Venezuela o Cuba si gana el SÍ" o "Es que no le podemos entregar el
país a las FARC-EP", en fin, un sin número de mentiras promovidas por la
sucia e hipócrita campaña del NO, mentiras para manipular el pensamiento de las
personas, aprovechado la ignorancia, el odio y el miedo al cambio que la
humanidad carga consigo.
Hoy hice mi parte, pero
al parecer no fue suficiente, pues pesó más la palabra de los que promueven la
guerra, de los que creen que la única salida a un conflicto es la vía armada, ¿Y
aún nos preguntamos porque existen tantos grupos ilegales armados en nuestro país?
pues la respuesta la encontramos en el resultado de la votación, más de seis
millones de colombianos le dijeron no a la paz, y posiblemente dentro de los
que se abstuvieron de votar y los que no pueden hacerlo hay muchos más. El país
está divido como lo ha estado siempre, desde la patria boba hasta nuestros
tiempos, al parecer no hemos aprendido nada de la historia, eso o somos masoquistas.
El futuro del país quedó prácticamente
en manos de los promotores de la guerra, esos cuyas acciones reclaman con
urgencia someterse igualmente a un proceso de desmovilización, pues con sus influencias
y mentiras han contribuido enormemente a la división el país; cínicos, hipócritas,
estafadores de la verdad. Han logrado el objetivo de su campaña: desinformar y
manipular. Pero la culpabilidad de la manipulación no recae en nadie más que el
manipulado, pues somos nosotros quienes decidimos si queremos que alguien
piense por nosotros o no, somos nosotros los dueños de nuestras ideas y
pensamientos, los que para bien o para mal, hoy decidimos abrazar a la muerte. SEBASTIAN BENITEZ C. CÓDIGO: 104416010690
Muy de acuerdo con tu texto, pienso que esta fue una oportunidad que dejamos pasar por que con el SI, no obtendríamos la paz definitiva pero estaríamos por buen camino, al igual que como lo dices en el texto muchas personas se dejaron influenciar por política barata y no miraron por las verdaderas víctimas del conflicto que tiene sofocado al país.
ResponderBorrarhola
ResponderBorraresta decisión es una de las que marcara a nuestro pais por mucho tiempo, a pesar de que la diferencia no fue mucha la decision fue un estupido No, las razones pueden ser muchas sin embargo la mala influencia y la mala costumbre a hacer todo lo que unos medios de comunicación baratos dicen están ligados a este país que nisiquiera se toma la molestia de leer o por lo menos escuchar a las personas que de verdad lo entienden, estamos en un pais tan cerrado que solo tienen oidos para lo que un dia fue su "salvador" o mas bien su entrada a algo parecido el infierno, (si existiera.
Así elección del 'no' a nivel individual, haya sido 'estúpida' o no, fue una elección democrática. Coartar la opción de votar por un 'no' es coartar los fundamentos de la democracia. El resultado era dicotómico, y la posibilidad de que ganara una mayoría negativa -valga decirlo- estaba presente.
BorrarPor otro lado, invito a reflexionar personalmente si el acuerdo final, que consta de doscientas noventa y siete páginas fue, efectivamente leído, si en realidad la decisión de decantarse por un 'sí' o un 'no', estaba apuntalada en la reflexión personal y autónoma, y no en la influencia de 'medios de comunicación baratos'.
Personas versadas en temas de justicia y otras cuestiones relacionadas con los acuerdos, tomaron posturas antagónicas, (véase el caso de la senadora Claudia López y el politólogo Pedro Medellín). Así que, el argumento de elegir imparcialmente según personas que 'de verdad entiendan el asunto' queda derogado.
La mayoría de votos fueron para el 'no', un 'no' soportado en una democracia participativa, la que, para bien o mal, le confiere legitimidad.
Cordialmente. Jorge Rivadeneira.
El gobierno de los tontos se obtiene preguntando todo...si el ''no'' a mi parecer hubiese sido iniciativa popular, seria otro desenlace, pero este ''no'' esta en manos de Uribe, el Centro Democrático, del gobierno y aunque sea redundante, de las FARC,porque con el ''sí'' sabíamos Para donde iban, o que le hubiéramos dado, con el ''no'', las FARC siguen vivas, amenazantes, con un riesgo de que (ojalá no) empiecen la guerra. Tres sabios aciertan donde probablemente 6 millones de ciudadanos se equivocan...Ha sido un golpe para muchos colombianos, que nos ha dejado el corazón un poco dolido. Como dice Saramago ''La derrota tiene algo positivo: nunca es definitiva. En cambio, la victoria tiene algo negativo: jamás es definitiva.''
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