lunes, 3 de octubre de 2016

“EL SECRETO DE UNA SOCIEDAD BIEN ORDENADA ESTA EN QUE TODOS TRABAJEN PARA LOS DEMAS CREYENDO QUE TRABAJAN PARA SI MISMO”



-François Quesnay

Jhon Lasso


Una afirmación de François Quesnay, economista francés y médico cirujano. El cual 1758 publicó el Tableau économique, que contenía los principios de las ideas de los fisiócratas (es también llamado el padre del pensamiento económico fisiócrata). Este es quizá el primer trabajo que intenta describir el funcionamiento de la economía de forma analítica y puede considerarse la primera contribución importante al pensamiento económico.
Pero la idea de este texto es, analizar el enunciado de François Quesnay, donde afirma que “El secreto de una sociedad ordenada está en que todos trabajen para los demás creyendo que trabajan para sí mismo”. Una idea que ha trascendido a lo largo de la historia y la cual se ha logrado configurar en las actuales sociedades gracias a las influencias de poder político, religioso, ideológico, etc. De muchas instituciones que buscan afirmarse en la cúspide del poder mundial, sin importar que deban obrar inhumanamente para conseguirlo.
Pero de qué manera estas instituciones han logrado imponer  una ideología, con claras desventajas hacia las bases sociales y grandes beneficios hacia los capitalistas del momento, y de tal manera mantener el control de los individuos de las sociedades sin que estos se revelen ante el escenario de injusticias al que son sometidos.
En la actualidad, las sociedades están caracterizadas por un pluralismo de doctrinas comprehensivas morales, filosóficas, religiosas, etc. las cuales son diferentes y contrapuestas entre sí. Es en este contexto donde encontramos frecuentemente debates políticos, religiosos e ideológicos que no logran soluciones justas, ¿por qué? La solución estriba en que en el momento de elegir qué principios son justos y cuáles no, las diversas posturas utilizan sus concepciones del bien para derivarlos.
Guilles Deleuze escribió en mayo de 1990 un breve artículo titulado Post-scriptum sobre las sociedades de control. Es curioso percatarse de que cuantos más años pasan desde su publicación, más fuerza y verdad adquieren sus palabras, convirtiendo así al filósofo en profeta.
Deleuze caracterizó a nuestra época contemporánea como el paso de las sociedades disciplinarias, nuestro pasado más inmediato, a las sociedades de control, nuestro futuro más próximo. Las primeras nacen en el siglo XVIII, a partir de las sociedades de soberanía, y duran hasta la primera mitad del siglo XX, momento en que empieza a emerger una nueva forma de sociedad, que, paulatinamente, va dejando atrás la disciplina como forma de organización social en favor del control.
Las sociedades disciplinarias están organizadas en grandes centros de encierro: la familia, la escuela, el ejército, la fábrica, el hospital, la cárcel, la Nación… cada uno regido según sus propias leyes internas, que moldean la vida del individuo, el cual se va estructurando internamente a través de su paso por las diferentes instituciones disciplinarias. Se llaman sociedades disciplinarias porque el buen comportamiento del individuo se consigue a través de la disciplina.
Primero la familia, con los rituales de tradición y religión. Más tarde la escuela, donde el maestro es una figura impositiva, disciplinaria. En la escuela no se enseña, se educa. Al abandonar la escuela, el individuo entra en el ejército, institución de disciplina por excelencia. Luego vendrá la fábrica, donde los trabajadores deben realizar tareas específicas y delimitadas, inmersas en un periodo de tiempo medido al milímetro, por lo que la disciplina se hace imprescindible. Y entre tanto, habrá visitado el hospital varias veces, cuando no la cárcel. Todo ello desarrollado bajo los límites de un compacto Estado-nación que ostenta la absoluta soberanía de su territorio.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS:
-          Guilles Deleuze.  mayo de 1990,  Post-scriptum sobre las sociedades de control.


5 comentarios:

  1. La mitad de su texto está exactamente igual al texto al que usted hace referencia. Utilizar fuentes bibliográficas sirve para referenciarse, pero es necesario tener una producción propia con base a estas fuentes. De nada vale referenciar bibliográficamente un texto si lo que se va a hacer es copiar el texto tal cual es, en este punto, el texto referenciado no es eso, sino una cita bibliográfica, en su caso, una cita bastante larga.
    Atentamente. Jorge Rivadeneira.
    https://lacasadelasospecha.wordpress.com/2013/09/17/las-sociedades-de-control/

    ResponderBorrar
  2. A pesar de que cada trabajador labora para suplir sus propias necesidades, cuando realiza un intercambio comercial en pro de satisfacer esas necesidades, directas o indirectamente contribuye a compensar las necesidades de otro, de esta manera todos trabajamos para todos pensando que lo hacemos para nosotros mismos.

    ResponderBorrar
  3. Instituciones imponen su poderío valiéndose de diversos medios, incitan al consumo desmedido y en este punto el consumidor deja de comportarse de manera racional y pasa a actuar en beneficio de las instituciones económicas dominantes creyendo que está supliendo necesidades que realmente nunca tuvo.

    ResponderBorrar
  4. Hola, me.parece que tu texto es muy interesante, ya qur nos das una buena conclusion de lo que hablas y nos explicas in poco de quesnay, lo cual es muy interesante ya que la frase que el dice es muy cierto, y tu conclusion es muy adecuada ya que te refieres a otro autor dando a entender mejor tu texto

    ResponderBorrar
  5. Hola, me.parece que tu texto es muy interesante, ya qur nos das una buena conclusion de lo que hablas y nos explicas in poco de quesnay, lo cual es muy interesante ya que la frase que el dice es muy cierto, y tu conclusion es muy adecuada ya que te refieres a otro autor dando a entender mejor tu texto

    ResponderBorrar