TRISTE

Hoy me siento triste, ayer  lo estuve y muy posiblemente mañana también lo estaré. Quizá el dolor que siento; tan intangible mas que como cualquier otro; perdure hasta el fin de mis días, pero claro está, que con menor intensidad se sentirá y ojala así sea pues no quiero sentirme como estoy ahora para toda la vida.

Los insondables destinos para Colombia parecían tornarse de otra tonalidad, pero el día dos de octubre fue un día casi que literalmente gris, pues por lo menos en mi ciudad no salió el sol y mucho menos  asomó la cabeza cuando yo al igual que millones de colombianos nos enteramos de la muy desafortunada carencia de voluntad que tuvo  la tierra del “sagrado corazón de Jesús “al decir SI a unos acuerdos de paz, no perfectos pero si válidos para tener un mejor país. Las peripecias del buen vivir y de la cultura casi nunca ha acompañado a los colombianos y el domingo parece que en una esquina nos dejó tirados.

En el diario estadounidense The Washington Post dictaba un titular el 7 de julio de este presente año lo siguiente: “El mayor obstáculo de la paz en Colombia pueden no ser las FARC, sino un ex presidente”. Del mismo diario sonó una frase: “Si los colombianos fuéramos dinosaurios, votaríamos por el meteorito”.

La mirada socio cultura para Colombia nos lleva a tratarlo como un país con anestesia y algo sufrido de alzhéimer , país sin memoria, que a duras penas ve lo que se le arrebata y lo que pisa, lo peor es que no encuentra el lugar donde dejo sus medicamentos o quizá aún no han inventado la cura.

Nuevamente sigue consolidándose el interés de unos pocos, pues al ganar el NO en el plebiscito es solo un favor y por tanto un beneficio para Uribe y su criba de compañeros sucios como la miel regada en el piso, ya que por mucho lo que negociaran será el acuerdo referente a las tierras el cual Uribe buscara sacar ventaja para  no devolver las tierras que él y sus amigos terratenientes robaron vil mente. Impedirá también a toda costa que tanto como él  y su pasada administración no sea investigada por sus crímenes, además que ya lo vimos pues acaba de pedir amnistía (cosa que ya estaba pactado) para los soldaos de las FARC y todos aquello que tuvieran nexos con paramilitares pero blindándolos para protegerlos de culpas para que de esta manera no lo lleguen a investigar por sus nexos con paramilitares, es decir también que los militantes de las FARC posiblemente, pasaran como perro por su casa sin pedir perdón ¿ entonces de que impunidad hablaba? . Eso es lo que busca  este senador al oponerse a los acuerdos de paz, ya que si aquellos acuerdos se refrendaban, a él se le desvanece su mundo.

“Persecución política” es lo que alega Uribe, cuando cínicamente conoce que de su administración (2002-2010) 17 funcionarios han sido investigados y 9 condenados. Él, por su parte, ha sido denunciado trece veces ante la fiscalía por vínculos con el paramilitarismo además que está en el número 82 en la lista de personas a investigar por la DEA. No logro entender, por ejemplo, porque nadie recuerda que el señor Álvaro Uribe Vélez fue destituido de la alcaldía de Medellín por nexos con carteles en la década de los ochenta, pues claro, cuándo fue director de la aeronáutica civil le daba licencia a pablo escobar para transportar sin ningún problema la coca que comercializaba - es decir lo sé yo que la actualidad tengo 19 años ¿cómo no lo va tener presente un uribista de treinta o cuarten años? -  y a pesar de los acaboses  del doctor Uribe, es que tristemente su ideología se sigue como otra religión en un enfermizo fanatismo.

¿Karl Marx porque expreso que la religión es como ‘el opio de las masas’? Porque enceguece,  y genera en los creyentes  gracias a los que predican, el progreso de una entidad  aparentemente de un mesías. Este lo hacer sentir como un pedazo de carne bajado de los cielos con milagros incorporados, como el mesías que Colombia necesita y que es tan esencial como el oxígeno que no podría prescindir el humano.

Lo triste del asunto es que se trata de un creador con apariencia de grandeza que suda fracasos. Un mal ejemplo para unas jóvenes que cargan con el infortunio de su presencia, con la esperanza de clamar limpieza y cambio.

No obstante no sabemos a carta cabal que habría pasado si hubiera ganado el SI, pero seguramente sería un mejor escenario que este y el panorama no se estaría encubierto con un mano, la claridad del cielo seria la que precedería de la oscuridad del fanatismo y la desinformación que reino el día plebiscitario. El día que el odio, las mentiras y la desinformación secuestraron la razón.

La tierra me duele

Y me duele tanto,

Que casi no entiendo por qué estoy amando.

-Vivir Cantando. Lucho Vergara.

JHON CRISTIAN ORTEGA