Por: Oscar
Mauricio Valderrama Hernández
Cualquier mente que esté
en disposición de explorar y profundizar los conceptos claves donde se engranan
las premisas teóricas, dichas deben comprenderse desde la naturaleza en
relación a su origen, generalizando su proceso de transformación a través de
los replanteamientos conectándolo a la teoría en función similar a la de un axioma.
Contextualizando al
hombre que adopto las ideas de los clásicos (filósofos), en el cual el eje de
incertidumbre era el praxis en asociación al cuestionamiento del ser y su
comprensión de las fracciones del quehacer humano solidificaba la fuente del
logos. Por lo anterior muchas definiciones iban sujetas a esa armonía que
debería existir entre relación colectiva pero interiorizando la esencia del
hombre en areté de la época, sin dejar a un lado las cualidades o virtudes del
mismo para la construcción del conocimiento.
Al abordar las virtudes
humanas con un grado de confianza elevado en estas, crea un equilibrio
conceptual. Interiorizando sin dejar de lado la premisa anterior, la gestación
de riqueza era en propio la disposición fusionado con la libertad del individuo
en el albedrío de las necesidades del otro para su distribución no total,
conservando a su parecer la propiedad de bienes, y de esta manera sometiendo a
un doxa de libertad con carácter individual, el aceptar lo justo apropiándose
de dichos bienes era el resultado final; lo que se concebía a término semejante
la “acumulación” o “riqueza” de la
época.
Esta perspectiva como
cualquier otra, que se somete a la crítica para
evaluar su aceptación tiene visiones positivas y necesariamente
negativas por la asimetría de análisis. Es menester que se globalice un par de ambos puntos para conocer
un poco más alguna contraposición. En aspectos positivos plantea una generación
de fines benéficos en una comunidad, también la no concentración de “riqueza” a
manos del estado, de igual manera la idea fundamenta algunas culturas como la
árabe, hindú, israelita y otras; promoviendo la no fluidez de los “vicios del
hombre” instaurando un equilibrio en la sociedad. Pero en aspectos negativos,
la creación de la corrupción es latente al infringir en la delgada línea de las
virtudes, como también la búsqueda por métodos no “correctos” de generación de
“riqueza” agrupando la discordia que pronto se extenderá en la sociedad.
Este planteamiento no se
debe mutar, para cada vez más conservar las reflexiones de los clásicos. La
transformación del término “riqueza” tiene en la actualidad connotaciones extra
polares, del cual se ve como se transformó del ideal del beneficio común al
individual. Grandes son las incidencias teóricas, temporales y sistémicas que
alteraron la naturaleza del termino ocasionando que desde el solo hecho de re
conceptualizar pase a ser la “armonía entre individuos” una utopía,
desencadenando una gran variabilidad de consecuencias negativas para todos
nosotros en campos como lo económico, social y político.
“La
riqueza consiste mucho más en el
disfrute que en la posesión” Aristóteles
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